- Pabellón de Canarias

     

  
Pabellón de Canarias. (Postal de la época)
           La participación las islas Canarias en el Certamen Iberoamericano se decidió a última hora, valorándose principalmente de su concurrencia el que sirviera, para que la arquitectura regionalista canaria, entonces en ciernes, se desarrollara. Sin embargo lo que más destacó en ese momento, fue la falta de concienciación regional existentes en las islas, incluso más bien la hostilidad entre ellas.

            Ana María Quesada Acosta, en su estudio sobre  “La presencia de Fuerteventura y Lanzarote en la Exposición Iberoamericana de 1929.” dice encontrar un cierto paralelismo con la participación andaluza en la Exposición, por el protagonismo desempeñado por la prensa de aquella época en el impulso de la Muestra, porque en ambas regiones a través de los medios de periodísticos consiguieron que los proyecto e iniciativas para llevar a cabo tal evento, fueran conocidos por el público en general, llegando a ser tomados como propios.

            Así ya en 1924 la prensa de Las Palmas y Tenerife esgrimiendo razones de tipo publicitarias, expresaban la conveniencia de que el archipiélago estuviera representado en la Exposición Iberoamericana, pues un mejor conocimiento de Canarias atraería turistas a las islas. No obstante es a partir de 1926 cuando se intensifican las campañas de prensa para conseguir tal fin. Sin embargo los organismos e instituciones no se comprometerían en este proyecto hasta haber pasado algún tiempos, cuando ya en el resto de regiones españolas este compromiso se había hecho efectivo con el apoyo incondicional de la Dictadura.  1

No es hasta el mes de abril de 1926 cuando una iniciativa oficial propone crear un Comité interprovincial encaminado a la participación de las Islas Canarias en el Certamen. Consumada la división, son nombrados en 1927, nuevos gobernadores civiles tanto de Santa Cruz de Tenerife como de las Palma, ellos serán los que impulsen lo constitución de los Comités provinciales que harían posible la participación de ambas provincias en las Exposición.  2

Más adelante se discute la participación del archipiélago en conjunto o Gran Canarias, Lanzarote y Fuerteventura de forma independiente excluyendo a Tenerife, e incluso se pide autorización al Comité Ejecutivo de la Exposición, para la participación independiente de esta isla, cosa imposible ya que solo estaba reservada la asistencia en solitario de las provincias andaluzas. 3 Pero no será hasta noviembre de 1928, con la intervención del General Primo de Rivera, cuando se vea cumplida la aspiración de la concurrencia de ambas provincias en un mismo edificio.

            En relación a la polémica participación del Archipiélago en el Certamen, y la tensión que se vivió hasta alcanzar un acuerdo en común y así eliminar las desavenencias producidas, existen dos trabajos de investigación muy interesantes realizados por la ya mencionada Ana María Quesada Acosta, en “La presencia de Fuerteventura y Lanzarote en la Exposición Iberoamericana de 1929.” presentado dentro de las III Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote, y la obra de Encarnación Lemus López, “Canarias y la Exposición Ibero-Americana de 1929” editado por Caja Canarias en 1988, a los cuales nos referiremos frecuentemente en estas líneas. 4

            Esta visita del Presidente del Gobierno a las islas, en el otoño de dicho año, es el punto de arranque para hacer posible que ambas provincias acudan unidas a la llamada de la Muestra Iberoamericana. A partir de ese momento quedaba por decidir el tipo de edificio, su presupuesto y sistema de financiación, objetos a exponer, etc. En definitiva la materialización del proyecto, desde el primer momento, se puso de manifiesto que las desavenencias habían producido un retraso difícil de superar y que lastraría la empresa hasta el final.

            El 21 de noviembre de 1928, se aprobó un convenio en la reunión interprovincial, convocándose seguidamente, en el mes de diciembre, el concurso de proyectos para el edificio representativo que las Mancomunidades Interinsulares de los Cabildos de las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas iban a construir y como realmente debería llamarse el pabellón. Sabemos que Eladio Laredo Carranza, presentó tres proyectos para el edificio, antes del concurso, que fueron rechazados. 5 Éste arquitecto fue uno de los primeros promotores de la arquitectura  tradicional isleña posterior a la conquista, formulando un nuevo lenguaje en el que trataba de conciliar, con un criterio acumulativo, todas las posibilidades de la arquitectura histórica de las islas en un mismo conjunto.
Vista aérea del Pabellón de Canarias, en la actual avenida Reina Mercedes entre al Barrio Moro y el Pabellón de Aragón.
(-Detalle- Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Sánchez del Pando)

            No se falló hasta enero de 1929, quedando desierto, por lo que le fue encargado al arquitecto Pelayo López y Martínez Romero, cuyo proyecto denota sin embargo, la influencia de Eladio Laredo.

            Las bases del concurso de proyectos, fueron redactadas por el arquitecto Pelayo López y Martínez Romero de la Sección de Arquitectura del Círculo de Bellas Artes de Santa Cruz, esta entidad había ofrecido la colaboración de sus miembros y escasos recursos al Comité provincial, aconsejando un estilo arquitectónico que hoy denominamos “regionalista neocanaria”. 6

            El carácter de esta forzosa representación regional, determinó el proyecto del pabellón canario, con dos alas provinciales independientes unidas por un vestíbulo central, en el eje de la fachada principal, que permitía a las islas asistir unidas por fuera y divididas dentro, como ahora podremos apreciar al comentar los artículos más significativos de dicho concurso.

            El pabellón debía tener el aspecto exterior y los elementos característicos de la arquitectura canaria, sin azoteas. Interiormente debía tener una disposición simétrica, en el que partiendo de un amplio vestíbulo con pórtico, daría acceso a dos alas, divididas éstas en tres secciones, Turismo, Industria y Arte; todas ellas iluminadas con luz cenital.

            En el espacio libre dejado entre ambas alas, se situará un patio central de estilo canario, cerrado al fondo con un muro, que se dedicaría a la exposición agrícola de las dos provincias, debiendo tener una superficie de unos 56 m2, con acceso directo a la sección de Industria. En la torre que sobre el vestíbulo se levantara, se debía instalar una habitación para el encargado del Pabellón.

            El presupuesto no debía rebasar las 70.000 pts, con un premio de 1.000 pts. para el ganador del concurso. 7

            De la lectura de las bases del concurso, la primera consecuencia que se saca, es que parece que se está describiendo un edificio ya diseñado, como si se supiera que nadie sería capaz de presentar un proyecto en el plazo tan corto dado, tan solo dos semanas, a no ser que ya estuviera realizado. Por ello las criticas que sobre el arquitecto Pelayo López, cuando fue encargado de la construcción del pabellón, siendo miembro del Comité, además de ser el responsable de la Sección de Arquitectura del Circulo de Bellas Artes, estaban más que fundadas. Y algo de cierto debería de haber, cuando el pintor Francisco Bonnín, director del pabellón, hace las siguientes declaraciones a la Gaceta de Tenerife: “ En previsión de que quedara desierto el Concurso nos reunimos don Pedro Guezala, don Alfredo de Torres y yo, con el arquitecto señor López y Martín-Romero, con objeto de hacer un proyecto del Pabellón, que fue aprobado posteriormente, por haber resultado desierto el Concurso citado.8


Alzado de las fachadas principal y trasera del pabellón. (Archivo Municipal de Sevilla)

             En la sesión celebrada el día 11 de febrero de 1929,  la Comisión Permanente aprobó el proyecto presentado para el Pabellón Regional de Canarias, al considerarlo acertado y resuelto, así como conceder los terrenos solicitado por el Comité Pro-Exposición del archipiélago canario. 9

El edificio con una extensión de 491 m2, se levantaba sobre una parcela de 590, en la Avenida de Venezuela, actual Reina Mercedes, junto al Pabellón de Aragón y el Barrio Moro, con un presupuesto de 80.000 pesetas.10

Las obras se iniciaron en marzo encargándose de su construcción un contratista canario Eduardo Portell, 11 estando en agosto ya prácticamente terminado, pero las tareas de decoración e instalación de objetos supusieron dos meses más de retraso.

El arquitecto encargado del diseñado Pelayo López y Martínez Romero, formado académicamente en Barcelona, siguió las premisas de un estilo arquitectónico que podríamos denominar como regionalista neocanario, cuyos principios fueron postulados por Eladio Laredo Carranza.

El edificio de corte ecléctico, siguiendo las directrices regionalistas, representa la primera obra de importancia en que un arquitecto recurre a formas no cultas de composición, respondiendo con principios folclóricos que se seguían en este tipo de eventos.

            Sin resultar el Pabellón Canario de interés o espectacular, mantiene un grado de relación que mostraba como creíble el paso por Canarias de las formas arquitectónicas que llegaron a la América colonial. Entre estos elementos se encuentra el empleo del balcón, que tanto por su impresión de gran trabajo artesanal, como por su inusual colocación, daba carácter al edificio. 12

Vista lateral del pabellón. (Postal de la época)
            Reproduce el modelo de una casa típica isleña, con altos miradores airoso, y en su primera planta una traza severa con largos balcones ricamente tallados, con sus celosías y postigos, siendo el pórtico y las esquinas de negra cantería volcánica, destacando el estilo español de época colonial, con reminiscencias árabe. Según las palabras de su propio autor, quería “Representar una casona antigua con su tejado y puertas al uso del país….se ha querido que el visitante reciba una impresión lo mas aproximada de las costumbres.” 13

            La fachada principal estaba recorrida por una galería de madera tallada que sostenía un volado tejaroz. En el centro donde se encontraba la puerta principal, desde la que se elevaba un torreón cubierto también con teja árabe a cuatro aguas, en el que en la parte superior se habian instalado balconadas similartes a las de las galerías de la fachada, en sus cuatro caras. Era pués éste elemento decoratico de la balconada canaria de madera tallada, el mas representativo del conjunto.

            Sobre el dintel de la puerta, se instaló el antiguo escudo de la provincia única de Canarias, debajo del cual aparecía la instrición de Las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canarias. 14

            El edificio de una sola planta, aúnque simula una superior en la fachada, estaba constituido por un vestíbulo central, en cuyo fondo se instaló una rica celosía que se apreciaba tras un juego de columnas con lujosos carteles entomados en azul y oro. Cubren esta estancia una claraboya sobre una ancho friso cuyo motivo ornamental era el arrebol, planta típica canaria, policromada en oro.

Planta y alzado del pabellón canario. (Archivo Municipal de Sevilla)

            A ambos lados las puertas de acceso a las dos alas del edificio, y sobre estas los escudos de Las Palmas y de Tenerife orlados con flores y frutas. Completaban este espacio una banco estilo español del siglo XVII y una mesa circular de seis patas. La iluminación indirecta era eléctrica y directa através de la claraboya. Dos macetones con arreboles blanco junto a la celosía, completaban la decoración de este espacio.

Con respecto a la representación de la provincia de Tenerife, fueron los artistas tinerfeños Francisco Bonnin, Pedro Guezala y Alfredo de Torres Edwards, los encargados de decorar e instalar los productos que se exhibieron en las salas de Turismo, Industrias y Frutos.

En el centro de la Sala de Turismo se encontraba un mapa en relieve de las cuatro islas que se componen dicha provincia de unos 6 m2,  donde se detallaban los distintos cultivos, así como los núcleos de población y red de comunicaciones terrestres y marítimas y datos sobre su climatología.

Aparecía también una maqueta del puerto y en un mueble especial una colección de fotografías de las islas de Tenerife y La Palma.

En esta misma sala y ambos lados se encontraban expuesto para su admiración dos tapices, uno que representaba la conquista de Tenerife por el Adelantado de Castilla Fernández de Lugo realizado por Torres Edwards, y otro la derrota del Almirante Nelson frente a la isla de Tenerife, donde perdió un brazo, confeccionado por Pedro Guezala.

Salón de Turismo, con los tapices de la derrota de Nelson al fondo, y del Adelantado de Castilla Fernández de Lugo, realizados por Torres Edwards. En el centro maquetas con la orografía de las islas de La Palma, El Hierro, La Gomera y Tenerife. Y a la izquierda bajo los cuadros de Bonnín, en una vitrina, el puro de más de 3 m. y 97 kg.  (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano)

También se exponían trajes regionales, ornamentándose esta sala con varias especies de verodes, planta endémica de estas islas que causó una gran admiración entre los visitantes; siendo atendida esta sala por una señorita ataviada con traje típico que repartía postales, folletos y otras propagandas. Completaban la decoración de esta sala, un gran despliegue de cuadros y acuarelas luminosas de paisajes del archipiélago realizadas por uno de los encargados del pabellón el pintor Francisco Bonnín, junto a maquetas y fotografías de monumentos y paisajes de dicha provincia.15

Bajo los cuadros paisajísticos de Bonnín, se expuso un enorme puro con un peso de 97 kilos y 3 m. y 10 cm. de largo, con un diámetro de 45 cm., confeccionado con tabaco de la isla de La Palma, elaborado por la fábrica “Helios”, que era el peso equivalente para realizar 18.000 cigarrillos, gracias al empuje y decisión del joven industrial tabaquero Pedro Capote Lorenzo impulsor de la idea, siendo premiado con diploma y medalla de oro. 16

La Sala de Industrias se dividió en dos secciones, una dedicada a los calados, bordados, encajes y tejidos; y otra a tabacos, vinos y otras pequeñas industrias.

En la primera de ellas, en unas vitrinas se mostraban distintas muestras de calados, tapices y encajes procedentes de La Laguna, Vilaflor y del Sur de Tenerife, realizados por obreras tinerfeñas en distintos talleres. También se presentaba en otra vitrina bordados de la isla de La Palma así como otros curiosos trabajos textiles y en madera.

La otra sección, que ocupaba más de 38 m2, y que se accedía a través de un gran arco sustentado por columnas, situándose en el centro la exposición del sindicato de tabacos tinerfeños, donde se mostraban las principales marcas de los fabricantes de la isla, además, dentro del pabellón, se había instalado un kiosco para la venta de cigarros y cigarrillos facilitados por los distintos fabricantes.


Dos vistas del Salón dedicado a la Industria de la Provincia de Tenerife. En la primera se aprecia sobre las columnas el relieve en terracota, de un desnudo femenino, y el segundo al fondo la vidriera alegórica a Tenerife con el Teide, ambas obras realizadas por Pedro Guezala, en el centro la vitrina expositora del sindicato de tabacos tinerfeños. (Fototeca Municipal de Sevilla. Archivo Serrano)

También se exhibían una instalación de vinos producidos en aquellas tierras como malvasías, secos y aguardientes de La Palma y Hierro, cuya fama ya habían hablado escritores como Walter Scott, Edgard Alan Poe y Víctor Hugo. En distintas vitrinas se mostraban aguas minerales, productos farmacéuticos, conservas y pastas alimenticias, así como turrones, chocolates, bombones, dulces típicos y una selección de distintas variedades de quesos.
Por último en la Sala de Frutos, se instalaron expositores con demostraciones de distintos productos cultivados en las islas como plátanos, tomates y patatas. Así como otras manifestaciones agrícolas como cochinilla, cebollinos, almendras e higos pasados. Este departamento ocupaba una superficie de 25 m2. 17

En estas salas también se mostraban una magnífica vidriera alegórica de Tenerife realizada por el artista Pedro de Guezala, la cual bajo el patriarcal triangulo del Teide nevado se desarrollan todas las labores del campo, en una imagen de abundante armonía. El artista plasma la zafra del tomate, la cosecha del plátano y la cadena de exportación, desde el empaquetado hasta el transporte a la costa donde aguardan los barcos. Y el relieve en terracota, de un desnudo femenino totalmente déco. 18 Por esta vidriera le fue concedida a su autor la medalla de oro en Artes Decorativas.

La decoración del espacio dedicado a Las Palmas, le fue encargada al pintor José Hurtado de Mendoza, el cual instaló un zócalo de pino canario y esteras de palma, como decorado donde se colgaron los cuadros costumbristas y paisajísticos como “la emergencia volcánica”, “boyeros en el campo”, “mujeres luciendo la morisca mantilla”, además de otras obras de Nicolás Massieu y Federico Valido, etc. Hurtado de Mendoza, realizó también un mural representativo de Las Palmas para la decoración de una de estas salas. Se notó la falta de obras de autores de primera fila, pero los vanguardista del momento, no estaban acorde con una exhibición de carácter oficial y folclórica. 19

En otras salas de la provincia de Gran Canarias, se mostraron piezas procedentes del Museo de Antropología de Las Palmas, relativas al arte rudimentario de la raza aborigen, de la que se conservaban momias, pinturas, armas y cerámica, así como una maqueta de Gran Canarias, también se exhibían bellas labores de encajes, bordados calados y objetos fabricados con palmas.

En una de las salas comerciantes de distintas firmas montaron sus stands donde se exponían sus productos como el tabaco, la maderas y frutas naturales. 20

Aunque no se conserva relación de los productos expuestos, sabemos por la prensa que fueron de carácter cultural y mercantil, así como artesanía de la industria encajera.

Puro de 97 kg. elaborado en la fábrica de tabacos Helios, en El Paso, antes de su envío para ser expuesto en el Pabellón Canario. (www.fotoselpaso.com, fuente foto Hilda Monterrey)
Para la propaganda turística de las islas, se realizaron guías, folletos, postales y fotografías de los rincones más bellos de las islas, realizadas por Teodoro Maisch las correspondientes a la Sección de Las Palmas. Se completaba con murales con indicación de las temperaturas registradas, y dos carteles encargados por el Patronato Nacional de Turismo. Conservándose el correspondiente a la Isla de Tenerife, desconociéndose el de Gran Canarias. Tenerife también se realizó una pequeña película propagandista.

El 24 de Octubre fue inaugurado el pabellón por los Reyes de España, que estuvieron acompañados, por los Infantes, Presidente del Consejo de Ministros General Primo de Rivera, y otras autoridades, siendo recibidos por el Presidente de la Diputación de Tenerife Fernando Salazar, de Las Palmas Laureano Armas, y el delegado de pabellón Torres Edwards. Aparte del acto protocolario en sí, tuvo mucha importancia porque en ese lugar se planteó la situación de la futura base aérea y aeropuerto en Gando, que ya se había reconocido como lugar idóneo para asentar las instalaciones aeroportuarias.21
Pedro Guezala, en su taller ante el relieve de terracota que estaba realizando para la decoración del Salón de Industrias del pabellón tinerfeño. (Ilustración de La modernidad y la vanguardia en Canarias 1900-1930. Jonathan Allen Hernández y Fernando Castro Borrego)

Las prisas en la construcción del edifico, al objeto de tenerlo terminado lo antes posible,  dieron lugar a continuas reparaciones en las deficiencias encontradas en la fábrica, luchándose por evitar el derrumbe del edificio incluso antes de su inauguración oficial, no obstante en junio de 1930, próxima ya la clausura, se hundiría una de las alas, concretamente la correspondiente a Las Palmas produciendo daños en las colecciones expuestas.

            En oficio de 04 de Junio de 1930, el Ingeniero Jefe Eduardo Carvajal daba cuenta a la Permanente, del hundimiento de la techumbre de una de las naves laterales, cuyos  escombros cayeron sobre los muebles y objetos expuestos, los cuales quedaron completamente destrozados. El hundimiento se había producido, según el informe de técnico, por la rotura de un tirante de la armadura que  produjo el empuje en los pilares laterales, construidos ligeramente por tratarse de un edificio de carácter provisional. 22


NOTAS

1.- La presencia de Fuerteventura y Lanzarote en la Exposición Iberoamericana de 1929. Ana María Quesada Acosta. Dentro de: III Jornadas de Estudios sobre Fuerteventura y Lanzarote. Tomo II, páginas 529 a 538

2.- Idem.

“….en 1927, se nombran gobernadores civiles de las provincias de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas a Buenaventura Benito Quintero y Antonio Marín Acuña. Ellos serán quienes impulsen la constitución de los comités provinciales que harían posible la participación de las provincias canarias en la Exposición Iberoamericana.
El de Santa Cruz de Tenerife se constituiría el 4 de noviembre de 1927. El de Las Palmas, el día 7 de enero de 1928. En la reunión previa a su constitución no se encontraban representadas las islas de Fuerteventura y Lanzarote. A pesar de la insistencia del gobernador civil de Las Palmas
en la conveniencia de que se sumasen dichas islas al Comité (La Provincia,Las Palmas de Gran Canaria, 8-1-1928), en la primera reunión que celebró, el 20 de ese mes (La Provincia, Las Palmas de Gran Canaria, 21-1-1928) dicha ausencia continuaba siendo ostensible.”

3.- Tenerife en la Exposición Ibero-Americana. Una nota del gobernador civil. Gaceta de Tenerife. 04 de octubre de 1928. Pág. 2
4.- Canarias y la Exposición Ibero-Americana de 192. Encarnación Lemus López, Caja Canarias  1988

5.- La provincia de Tenerife en la Exposición Ibero-Americana, Manifestaciones del Sr. Bonnín. Número extraordinario. Gaceta de Tenerife, 22 de mayo de 1929. Pág. 8

“—En una de estas reuniones del Comité se presentaron tres proyectos del arquitecto señor Laredo.
Antes de dar mi opinión llevé estos proyectos, para consulta, a algunos de mis compañeros de Arte del Círculo de Bellas Artes. Después de un cambio de impresiones dictaminamos que, a pesar de reunir aquellos proyectos, tanto en su estructura como en su estética, cosas muy recomendables, cabía aun una mayor perfección en todos sentidos y que procedía abrir un Concurso que diera entrada a todos los arquitectos, para lo cual el Círculo de Bellas Artes formularía las bases correspondientes que se publicaron oportunamente.”

6.- Arquitectura regional canaria y neocanaria: Eladio Laredo. Federico Castro Morales. Dentro del VII Coloquio de Historia Canario-Americana (1986), Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas de Gran Canaria, 1990, Tomo II, páginas 651a 658

7.- Un concurso de carácter regional. El pabellón de Canarias en la Exposición Ibero Americana. Las Bases del Concurso. La Gaceta de Tenerife. 06 de diciembre de 1928. Página 3

8.- La provincia de Tenerife en la Exposición Ibero-Americana, Manifestaciones del Sr. Bonnín. Número extraordinario. Gaceta de Tenerife, 22 de mayo de 1929. Pág. 18

9.- Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana. Expediente del Pabellón de Canarias. Rollo 712. Fotogramas del 341 al 356.

10.- Según Vicente Mora Arenas, Gobernador Civil de Sevilla, en su libro “El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923”  pág. 160.- dice que la superficie del pabellón fue de 491 m2 y su coste aproximad de 80.000 pts.

11.- Arquitectura del Regionalismo en Sevilla. 1900-1935. Alberto Villar Movellán. Pág. 447
12.- Desasosiego de la arquitectura neocanaria. Miguel Martin-Nestor. Catalogo de exposición. Editado por el Museo Néstor año 2000, Pág. 24

13.- El Pabellón Canario. Número extraordinario. Gaceta de Tenerife, 22 de mayo de 1929. Pág. 12
14.- Canarias y la Exposición Ibero-Americana de 192. Encarnación Lemus López, Caja Canarias  1988

15.- La provincia de Tenerife en la Exposición Ibero-Americana, Manifestaciones del Sr. Bonnín. Número extraordinario. Gaceta de Tenerife, 22 de mayo de 1929. Pág. 18
(descripción del vestíbulo del pabellón y de las salas de la provincia de Tenerife)

16.- fotoselpaso.com  consultada el 30 de agosto de 2015. Comentarios Carlos Valentín Lorenzo.

17.- La provincia de Tenerife en la Exposición Ibero-Americana, Man ifestaciones del Sr. Bonnín. Número extraordinario. Gaceta de Tenerife, 22 de mayo de 1929. Pág. 18

18.- La modernidad y la vanguardia en Canarias 1900-1930. Jonathan Allen Hernández y
Fernando Castro Borrego. Editado por la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias. 2008.  Págs 86 y 92

19.- Canarias y la Exposición Ibero-Americana de 192. Encarnación Lemus López, Caja Canarias  1988

20.- En el Pabellón de Canarias. ABC de Sevilla, 25 de octubre de 1929. Pág. 15.

21.- Canarias y la Exposición Ibero-Americana de 192. Encarnación Lemus López, Caja Canarias  1988

22.- Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII, Exposición Iberoamericana. Expediente del Pabellón de Canarias. Rollo 712. Fotogramas del 341 al 356

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