- Pabellón de Almería




Fachadas principal y lateral del Pabellón de Almería. (Ilustración Exposición Iberoamericana. Album Artístico)


A fin de dirigir la corriente turística que estaba prevista se desarrollara durante la Exposición Iberoamericana, las provincias andaluzas prepararon sus representaciones en el Certamen sevillano, excepto Almería que se mantuvo apática a todos estos acontecimientos sin que sus instituciones tanto públicas como privadas, tomaran cartas en el asunto. 


A esta falta de atención oficial sobre el tema, habría que añadir el inexistente movimiento ciudadano con preocupación sobre el mismo, lo que propició que a pesar de los artículos aparecidos en la prensa local, se tardó en reaccionar e intentar superar la crisis económica del momento, mediante una buena propaganda sobre las excelencias de sus productos agrícolas como la uva, los minerales, la belleza artística, su clima, etc., que tuviera como objetico sacándola del su marasmo económico y empresarial.



No es hasta el 27 de Febrero de 1928 cuando la Diputación Provincial acuerda concurrir a la Exposición. Evidentemente que el gran problema de la participación en el Certamen no era otro que el económico, por ello decide que su presencia sea conjunta con las otras provincias que aún no habían decidido hacerlo en solitario (Huelva, Cádiz y Jaén), al objeto de disminuir los costos, acordando aportar cada una de ellas 80.000 pts., para la construcción del pabellón más gastos de ornamentación. 



Finalmente en sesión del Comité celebrada el 26 octubre de ese año, se conoció que la Diputación de Almería concurriría a la Exposición en solitario, llegándose a un preacuerdo entre la Comisaría Regia y la Diputación, para que ésta provincia construyese un pabellón provisional. 


Se remiten datos para la confección del proyecto del mismo donde se expondrían los productos de la provincia, estimándose el costo de las obras en 35.000 pts., aproximadamente más gastos de decoración y mantenimiento. La Diputación consignó 90.000 pts. en su presupuesto ordinario, para los gastos que ocasionara esta concurrencia, distribuyendo la mitad de ellos a los municipios y el resto a los expositores. El ambiente era pues propicio, y se intensificó la campaña periodística en busca de colaboración entre las fuerzas vivas y las Cámaras Minera, Uvera y de Comercio.





Fachada Principal y planta del Pabellón de Almería. La zona sombreada corresponde a la ampliación del edificio. (Archivo Municipal de Sevilla)

El diseño del edificio fue realizado por Mariano González de Rojas, arquitecto de la Archidiócesis de Sevilla, catedrático dibujo de la Escuela Superior de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría y miembro de su Real Academia.

El pabellón se ubicó en una parcela de 400 m2 en la zona de la Plaza de los Conquistadores, en la Avd. de Panamá junto a las Galerías Comerciales Nacionales, el autor procurando mantener la tradición histórica reprodujo la Alcazaba almeriense con aspecto ruinoso, su edificio más representativo. En su exterior se había recreado torreones circulares, una torre del homenaje, y portones y ventanas, apuntadas y saetera, todo ello mezclado de forma idealizada.

Según la memoria del primitivo proyecto, antes de su ampliación, el interior del edificio estaba dispuesto para exponer los distintos objetos, de tal manera, que los dos medios torreones que se encontraban situados en la fachada principal, pudieran alojar dos salas circulares, con comunicación a dos galerías cubiertas; la de la izquierda acababa junto a la torre del homenaje de forma cuadrada, donde se alzaría el pendón de la ciudad; mientras que la situada a la derecha terminaba en un pabellón de forma cuadrada cubierto con teja a cuatro aguas. Antes de esta sala, se situaban los aseos, y al fondo junto al arco que unía la torre del homenaje con el resto del edificio, se situaron dos habitaciones destinadas a despacho y dormitorio del personal de servicio en el pabellón.


Alzados de las fachadas laterales izquierda y derecha. (Archivo Municipal de Sevilla)

En el centro se situó el patio de forma rectangular, donde se pensaba ubicar las exposiciones de objetos que pudieran permanecer a la intemperie, como mármoles, mineras y otros productos.


La construcción de carácter provisional, se realizó con entramado de madera interior y las murallas huecas a base de dos tabiques con revoco e imitación de piedras en la parte exterior, las cubiertas de las galerías serían soportadas por pilares de pie cuadrado de ladrillos con revoco igualmente imitando la piedra. Para la iluminación se utilizarían faroles de estilo. Estando prevista su finalización a finales de febrero de 1929.



No obstante estaba prácticamente concluido semanas antes de la apertura del Certamen, cuando llegan a la Comisión provincial, noticias sobre las dimensiones del pabellón consideradas inferior a las acordadas en su día. En un telegrama del ingeniero de la Exposición Eduardo Carvajal de 01 de abril de 1929, dirigido a la Diputación almeriense sobre las medidas dice que la planta del pabellón es 10 x 10,5 metros, con una superficie cubierta 76 m2 y la descubierta de 29 m2.



Se solicitó informe a la Comisaría Regia sobre la construcción, la cual autorizó, en el mes de agosto de 1929, la ampliación del mismo hasta un total de 250 m2 sin aumento en el precio contratado. Este proyecto de ampliación lo realizó el arquitecto de la Diputación Provincial Antonio Zobara, se sabe que su ejecución fue rápida, ya que el 30 de Octubre de 1929 se firmó el acta de recepción del pabellón.


Esta modificación consistió en la ampliación tanto del ala izquierda y posterior en unos cuantos metros, consiguiéndose ampliar los espacios interiores en tres salas más de exposición, una alcoba y un vestíbulo. En el plano adjunto se puede apreciar las zona ampliada respecto al primitivo proyecto.


Fachada trasera del pabellón.(archivo autor)


A pesar de tener ya terminado el edificio, aún no se había conseguido la colaboración de las distintas entidades para la exhibición de productos, como la Cámara Oficial Uvera, que había prometido aportar 500 barriles de uvas, para confeccionar bolsitas para regalar a los visitantes, pero por falta de colaboración de los productores no fueron enviadas, achacando la falta de fruto. 



Tampoco fueron productivas las solicitudes de objetos a la ciudadanía, de modo que entre lo cedido y lo adquirido, en el mes de enero de 1930, fueron enviado los objetos que habían de figurar en el pabellón, entre ellos varios cuadros, que por la prensa sabemos que el pintor de retratos Alonso Sanz, donó dos de sus cuatros para que fueran expuestos en el pabellón, se trataba de una “maja” y un “bohemo español”. Las maquetas del puerto de Almería, del cultivo de la parra y exportación de la uva, realizadas por el artista almeriense Álvarez Lloret, al igual que el escudo de Almería que adornaba el pórtico del pabellón, además de objetos artísticos de mármol de Macael y el Pendón Real de Vera. 



Debido al fin de la dictadura primorriverista, en el mes de Febrero, se constituyeron los nuevos Ayuntamiento y Diputaciones,lo que produjo la negativa de seguir colaborando con manifestaciones de la Dictadura. Así tras una inspección realizada el 26 de Marzo de 1930, se decidió que debido a los defectos de construcción y la inexistencia de objetos y productos representativos almerienses, así como a la falta de recursos y tiempo para efectuar algunas reformas, dar por finalizada la participación en el Certamen, acordando clausurar el pabellón tres meses antes que lo hiciera la Exposición.



Por último decir que el 8 de Enero de 1931 fue inspeccionado el pabellón por la Comisión Liquidadora para su conservación o destrucción, en el informe se dice:

“Construcción de carácter provisional que consta de patio y 9 salas laterales y servicios sanitarios. No puede ser utilizado para otros fines. Construcción de correcto provisional que para su mantenimiento habría que hacer constantes obras de conservación.”


El edificio fue demolido en mayo de 1932. 

En definitiva fueron varios los factores determinantes que produjeron esta desastrosa actuación. Por un lado el problema de la consecución de fondos económicos y de participación, tanto a nivel público como privado, debido a la falta de adhesión al ideal del Descubrimiento, como ocurría en otras provincias. Y por otro, la falta de unidad entre estas en cuanto a la valoración de las posibilidades que el Certamen podría tener sobre Almería.






Bocetos del pabellón aparecidos en la prensa. (Ilustraciones de El Liberal de 23 de noviembre de 1928)

FUENTES
- LA EXPOSICION IBEROAMERICANA A TRAVES DE LA PRENSA (1923-1929). Encarnación Lemus López
- VIVIR EN SEVILLA, Nicolás Salas. Diario de Sevilla 28 de Marzo de 2004
- HISTORIA DE LA EXPOSICIÓN IBERO AMERICANA DE SEVILLA. Eduardo Rodríguez Bernal.
- Fondos de la Hemeroteca. Los Pabellones de la E.I.A. Villar Movellán

-Archivo Municipal de Sevilla. Exp. PABELLON DE ALMERIA. ROLLO 713.- fotograma del 335 al 378.
- ALMERIA Y LA EXPOSICIÓN IBEROAMERICANA DE SEVILLA DE 1929-1930. José Leonardo Ruiz Sánchez (Actas VI Jornadas de Andalucía y América)
- Sevilla en tiempos de la Exposición Iberoamericana. Nicolás Salas
- Ruta informativa para visitar los pabellones. Nuevo Día de Cáceres 10 de Septiembre de 1929
-Sobre el Pabellón de Almería en la Exposición Iberoamericana. Crónica Meridional 25 de agosto de 1929
-El Pabellón de Almería en la Exposición Iberoamericana. Crónica Meridional. 27 de marzo de 1930
- El Pabellón almeriense en la Exposición Iberoamericana. Diario de Almería. 28 de abril de 1929
-En los dominios embrujados del arte. Diario de Almería. 3 de mayo de 1929.
-El Pabellón de la provincia de Almería en la Exposición Iberoamericana. El Liberal. 23 de Noviembre de 1928 Pág 1.
-De la Diputación. El Mediterráneo. 24 de agosto de 1929.
-De la Diputación. Crónica Meridional, 27 de marzo de 1930 Pág 4
-Se reúne la Comisión Provincial. El Pueblo. 8 de marzo de 1930

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