- Los contenidos de la Plaza de España - I -


Para la descripción de los contenidos expuestos en la Plaza de España, nos hemos basado principalmente en el Catálogo y Guía Oficial de la Exposición, Historia de la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929, de Eduardo Rodríguez Bernal, y en artículos aparecido en prensa y revistas, así como en los folletos editados por algunos de los organismos expositores.

Plano de la Plaza de España donde se indican la ubicaban las distintas exposiciones.

Estos contenidos ocuparon los edificios situados junto a las torres norte y sur, la amplia galería curva que une todos los edificios, dividida en cuatro sectores, incluida su la planta basamento o sótano, y el Edificio Central.

Empezaremos nuestro recorrido por la Torre Norte para finalizar en la Torre Sur siguiendo la dirección de las agujas del reloj. En el edificio situado junto a la Torre Norte, se situó el Museo Industrial, donde se instaló un centro de enseñanza industriales dotado del material más moderno, que una vez pasado el certamen, quedaría como Real Colegio Hispalense de Formación Profesional, siendo esta la aportación, junto al contiguo salón de la Dirección General de Acción Social Agraria y Emigración, del ministerio de Trabajo. El primer y segundo sector de las galerías de la Plaza de España, que comprendía desde la referida Torre Norte hasta el Edificio Central, dividiendo ambos sectores la Puerta de Aragón, los cuales estaban dedicados a la Sección de Historia, iniciándose el recorrido con la exposición de la “Historia del Descubrimiento y Colonización de América”, con documentos de gran valor y representaciones escenográficas de momentos culminantes de la aventura descubridora. Continuaba esta exhibición con la Historia de Sevilla en diferentes salas temáticas, que abarcaba desde la prehistoria hasta la Sevilla romántica, con la reproducción, a tamaño natural, de una casa típica sevillana del XIX, y que además incluía la llamada Sala de Cervantes, donde se mostraban ejemplares del Quijote y documentos relativos a su autor; y para terminar este segundo sector se hallaba una sala donde se había levantado un gigantesco mapa de la Península Ibérica, con todos sus accidentes geográficos.

En el Edificio Central, se concentraron las representaciones oficiales entre ellas las del ministerio de Instrucción Pública, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Junta de Obras de Puertos, Instituto Nacional de Previsión, Correo y Telégrafos, Submarino Peral y algunas de carácter privado.

El tercer y cuarto sector se extendía desde el Edificio Central hasta la Torre Sur, separados por la Puerta de Navarra; en el tercer sector se pensó instalar la Exposición Internacional de Arte Moderno, que al final, por distintos motivos no llegó a realizarse. El cuarto y último sector se reservó para instalaciones de minería, confederaciones hidrográficas, servicio forestal, etc. del ministerio de Fomento, así como para el Museo del Libro y el Salón de la Prensa Iberoamericana. El primero de ellos se situó en el edificio junto a la Torre Sur, y en sus sótanos se instaló un diorama a tamaño natural de un scriptorium medieval y una reproducción de la imprenta de Gutenberg.

Ahora pasaremos a tratar cada una de las instalaciones más detalladamente:

Plano con la distribución de las exposiciones situadas en el edificio Plaza de España, que se la ha añadido la indicación de los sectores en que se dividía esta. (Ilustración Exposición Iberoamericana 1929-1930. Guía Oficial)


MUSEO INDUSTRIAL

El proyecto de instalar una Escuela de Formación Profesional y Aprendizaje, surgió en enero de 1927 durante la visita a Sevilla del Ministro de Trabajo Eduardo Aunós,[1] cuando estaba en estudio, con la llegada de la dictadura, unos nuevos estatutos de formación en 1924, creando escuelas elementales de carácter municipal, donde los obreros obtenían un certificado de aptitud profesional. Para los grandes núcleos de población o concentración industrial, se crearon Escuelas Superiores, como la Real Politécnica de Barcelona, o el Instituto de Formación Profesional de Madrid, para la formación de auxiliares y técnicos industriales, mecánica, química y electricidad.

Indicación en el plano de la situación en la Plaza de España de la Escuela de Formación Profesional.

La formación profesional científico-técnica de oficiales, maestros obreros y peritos industriales, se llevaban a cabo en las Escuelas Industriales, hasta ese momento en Sevilla estas enseñanzas se realizaban en las dependencias de las Escuela de Artes y Oficios Artísticos, del Ministerio de Instrucción Pública, situada en el Museo Provincial, en locales inadecuados, sin talleres ni laboratorios con peligro para el tesoro artístico que en ellas encerraban.[2]

Desde el Ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, se iniciaron las gestiones oportunas con el Director de la Exposición para tal fin, convencidos de la conveniencia de que dicho departamento estuviera representado ante las naciones americanas, con una escuela de este género que fuera modelo de lo más avanzado en este tipo de enseñanza teórico-práctica, para lo cual se publica un Real Decreto de dicho ministerio el 7 de abril.




Imágenes del edificio que alojaría el Real Colegio Hispalense de Formación Profesional, aula de proyecciones y laboratorios de psicotecnia y químico (Ilustración El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923.)

La Comisión Permanente de la Exposición, destinó el cuerpo del edifico que está junto a la Torre Norte de la Plaza de España, además de parte de los sótanos o planta de basamento de la Plaza para este fin.[3] En el verano de 1928 se iniciaron las obras de adaptación de los diferentes locales, siendo dirigidas por el arquitecto José Gómez Millán, y las de las instalaciones de la Escuela por el Comisario Regio de la Escuela de Artes e Industrias, Leandro Sequeiros, estando terminadas en marzo de 1929.[4]

Por R.O de 21 de marzo de 1929, se crea el Real Colegio Hispalense de Formación Profesional, en sustitución de la antigua Escuela de Artes y Oficios, y que habría de ocupar, una vez concluida la Exposición, dicho edificio. Estas instalaciones era la aportación que el Ministerio de Trabajo, hacía al certamen sevillano y en la que se exhibían las enseñanzas industriales de todos los grados.[5]

Constaba esta escuela de planta principal y dos pisos de altura, además de la planta sótano o basamento correspondiente a este edificio y las tres primeras salas del basamento de la galería curva de la Plaza de España, siendo la distribución de las instalaciones de la siguiente forma:

En la planta principal, se encontraban las clases grandes de dibujo, tanto la de carácter general como la especial para delineantes ya formados, con tableros especiales regulables; las oficinas de dirección y de la secretaría de la Escuela. El patio cubierto con una claraboya, se pensaba utilizar como Salón de Actos, con la instalación de un estrado fácilmente transportable. En la primera planta se encontraban los despachos del Director y del Secretario General, aulas para la enseñanza de matemáticas para alumnos y aprendices, una biblioteca y espacio para seminarios de alumnos. En la segunda plana los laboratorios de análisis especiales y ensayos de materiales para la enseñanza de auxiliares y técnicos industriales; un aula grande para proyecciones, y siete más para la enseñanza teórica de todas las actividades de la formación profesional.

Por último, en la planta basamento o sótano del edificio y de las salas 1 a 3 de esta planta correspondiente a las galerías, se instalaron los talleres-base destinados a las ramas de carpintería mecánica, para carpintero, ebanistas y modelistas. Calderería y forja, con soldaduras autógenas y la hojalatería, con un compresor para la distribución de aire en todos los talleres; el de ajustes y máquinas-herramientas con secciones de torno y fresador. De fundición con maquinaria de moldear a mano y por aire comprimido; y de electricidad formado por un solo pabellón propio con una central con motor diesel y otro de gasolina y un aula de electrotécnica para la obtención de grado de técnico electricista. También había laboratorios de física y química general y análisis químicos; una cámara oscura fotográfica, bebederos automáticos, secaderos de manos eléctrico por aire caliente, cámaras insonorizadas, botiquín para accidentes, así como aparte de la ventilación natural, otra artificial mediante aspiradores.[6]

Este Real Colegio Hispalense, reunía tres tipos de formación, la Oficina-Laboratorio de Orientación y Selección Profesional, la Escuela de Trabajo y la Escuela Industrial. En sus talleres, laboratorios y aulas, recibían su preparación los jóvenes procedentes tantos de las enseñanzas primarias y de bachillerato, como los procedentes de fábricas y talleres, adaptándolos a sus peculiaridades y características.

Constaban todas estas instalaciones con calefacción central, duchas, asientos unipersonales en las aulas, proyectores de imágenes, interfonos de comunicación, en un ambiente de comodidad e higiene, siendo uno de los modelos más avanzados en enseñanza de la época, que pretendía ser modelo para otras instalaciones de este género.[7]


Talleres de fundición y mecánico. (Ilustración El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923.)

Completaban esta exposición, además de una serie de fotografías y datos estadísticos de la formación industrial en España, de una amplia protección contra incendios con gran número de extintores repartidos por talleres y todas las plantas del edificio, así como de unos paneles cerámicos con mensajes de orientación en la seguridad y prevención de accidentes laborales, que se instalaron por primera vez en España, diseñados por la Oficina-Laboratorio de Orientación Profesional, con dibujos e inscripciones originales de Carlos Guturbay, médico de la Constructora Naval de San Fernando, y realizados en la fábrica de cerámica Mensaque.[8]

Estas instalaciones fueron visitadas por SS.MM. los Reyes, el 9 de mayo,[9] siendo inaugurado el Real Colegio Hispalense el 16 de noviembre de 1929, con la asistencia del infante D. Carlos, el ministro de Instrucción Pública, Eduardo Callejo, y otras autoridades.[10]


Taller de carpintería y central eléctrica instalada en el Colegio Hispalense de Formación Profesional. (Ilustración El Avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923.)

Cartel cerámico fabricados en Mensaque, y realizados por el Laboratorio de Orientación Profesional, orientados a la evitar accidentes laborales, que estuvieron instalados en los talleres.


EXPOSICIÓN DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE ACCION SOCIAL, AGRICULTURA Y EMIGRACIÓN DEL MINISTERIO DE TRABAJO


A continuación de las dependencias del Museo Industrial, en el primer salón de la galería, se instaló otra de las aportaciones del ministerio de Trabajo, Comercio e Industria, como fue la muestra realizada por la Dirección General de Acción Social Agraria y Emigración, en la que alternaba los datos históricos con los pertenecientes a la emigración española en el siglo XX. Se exponían en vitrinas documentos y libros sobre la colonización de América y ficheros con nombres de los españoles que viajaron al Nuevo Mundo durante los siglos XVI, XVII y XVIII, junto a cuadros mapas y gráficos estadísticos de la emigración española comparada con otros países europeos,[11] en un intento de resarcir al país de la opiniones contrarias vertidas por muchos historiadores sobre la actuación de España en el descubrimiento, exploración y colonización del Nuevo Mundo.

Contaba estas instalaciones con seis stand o departamentos, patio central y despacho de dirección. El acceso a las mismas, se realizaban a través de un vestíbulo, encontrándose a la izquierda la portería, donde a su vez se vendían ejemplares editados por esta Dirección, algunos de ellos con motivo de la Exposición, como eran una selección de las “Leyes de Indias” y la obra “Aportación de los colonizadores españoles a la prosperidad de América”, que daba paso directamente a un gran espacio central o patio, de planta octogonal, cubierto con una artística linterna de ventanas, que daban luz y color al salón, de la que colgaban lienzos, a modo de velariun, de vivos colores.[12]

Plano con la distribución de los distintos departamentos o stands en que se dividía esta exposición de la Dirección de Acción Social, Agraria y Emigración. (Ilustración de La Unión Ilustrada de 21 julio 1929)

El patio estaba rodeado de los seis departamentos que lo conformaban, habiéndose instalado unas serie de vitrinas que mostraban manuscritos, entre los cuales se encontraban “Brevísima relación de destrucción de las indias”, de Fray Bartolomé de las Casas, cédulas, provisiones y otros documentos procedentes del Archivo de Indias; además de libros antiguos de la colonización, una bandera de los voluntarios argelinos españoles, y una enorme maqueta de la Universidad Comercial de Deusto, que en esas fechas se estaba construyendo, y del Hospital de la sociedad española de beneficencia de Méjico, así como fotografías del Museo del Emigrante en Olavarría en Argentina.[13]

Justo en el eje opuesto a la entrada, se encontraba el despacho de la dirección de esta instalación, donde se encuentran reglamentos, memorias y publicaciones de sociedades españolas de América, así como un plano de la ciudad de Quito, y los retratos de Pablo de Olavide, el limeño que desarrolló exitosas empresas de colonización en Andalucía y Sierra Morena, y del director de Acción Social, Luis Benjumea, que había dirigido esta instalación, pero que había fallecido poco antes de la inauguración del certamen.[14]

Siguiendo la dirección de las agujas del reloj, en la primera sala o stand, se encontraban expuestos, gráficos y catorce mapas antiguos de distintos países de América; tres de las ciudades fundadas por los españoles en los primeros cincuenta años de la colonización, así como la distribución de la población española e indígena, y en unos ficheros, los nombres de todos los españoles que emigraron a América según los documentos del Archivo de Indas, así como un plano de Panamá, con la distribución de las ciudades fundadas por orden de Felipe II. En el segundo departamento colgaban de sus paredes mapas antiguos y una vista de Sevilla, como primer puerto habilitado para la emigración a América, y siete gráficos donde se exponían datos de la inmigración en 1928, con indicación de los países, instrucción, sexos y edades de estos, además de mapas explicativos. El siguiente stand, era el último de los dedicados a la emigración, en él se exhibían gráficos referentes a la emigración en 1928, con indicación de los buques donde fueron transportados; diapositivas con reproducciones de los edificios de las fundaciones de carácter cultural y benéfico erigidas en España por antiguos emigrantes, con fotografías iluminadas y maquetas de estas fundaciones; y por último álbumes con fotografías de los inmuebles de las Asociaciones de españoles emigrados al continente americano.[15]

En el cuarto se exponían gráficos de la despoblación y repoblación de España desde 1842 hasta 1920. Además, mediante planos, se podían ver los distintos tipos de colonizaciones llevadas a cabo dentro del país, mediante las parcelaciones realizadas por la Dirección de Acción Social Agraria desde principios de 1900, con los planos de las casas de los colonos, escuelas, bodegas, y el reparto de lotes y clasificaciones de cultivos, que se acompañaban con retratos de los que propulsaron la repoblación como Carlos II, Cardenal Belluga, Jovellanos, etc.

Plano de la sección de las instalaciones que la Dirección de Acción Social y Emigración, situó en el primer salón de la galería de la Plaza de España. (ilustraciones de la revista La Unión ilustrada de 21 julio 1929)

El quinto departamento, era una continuación del anterior, pero comparando los datos anteriores con las actuaciones llevadas a cabo por la Dirección en el periodo comprendido entre 1926 y 1928, en la que se demostraba que con menos recursos económicos y de tiempo, había sido mayor la superficie colonizada y el número de colonos instalados. Además de estos datos se completaban con otros sobre seguros agropecuarios, distribución de las tormentas y pedrisco y dos maquetas en relieve comparativas del término de Otones de Benjumea, antes y después de la parcelación.

En el último stand denominado “vivienda-rural”, se mostraban proyectos de mejora de las viviendas rurales, gráficos de las provincias con datos de las familias numerosas, y la reproducción de un camarote de un barco español para emigrantes después de la intervención del Estado para mejorar las condiciones de los mismos.

El diseño de estas instalaciones fue realizad por el arquitecto Adolfo Blanco, encargándose de la dirección y funcionamiento de la misma Luis Benjumea, Director de Acción Social hasta su fallecimiento,[16] y al igual que el Museo Industrial, estas instalaciones fueron visitadas por SS.MM. los Reyes, el 9 de mayo.[17]

Brevísima relación de destrucción de las indias, de Fray Bartolomé de las Casas, que se expuso, y Leyes de Indias que fue editada para esta exposición. (Fuente internet)


EXPOSICIÓN HISTÓRICA Y CARTOGRÁFICA DEL DESCUBRIMIENTO Y COLONIZACIÓN DE AMÉRICA.

En el programa expositivo del Reglamento del Certamen, se encontraban enfatizadas en gran medida las exposiciones de Arte Antiguo e Historia, que estaban encomendadas exclusivamente a la Comisión Permanente; en 1924, siendo Comisario Regio el conde de Colombí, propuso que, la Sección de Historia, con una distribución muy parecida a la que al final se realizara, se instalara en uno de los sectores de la Plaza de España.[18]

Para la exhibición de la Comisión de Historia, fueron designados como componentes de la mismas, en 1927, Carlos Cañal, Cristóbal Bermúdez Plata, Ramón Manjarrés, Diego Angulo y José Gastalver, que iniciaron los primeros trabajos y proyectos,[19] para ser sustituidos, en junio de 1928, por Pedro Caravaca, Santiago Montoto y Javier Sánchez Dalp, todo ellos Vocales de la Permanente, para la ejecución y finalización de esta exposición de la Sección de Historia, con el apoyo del doctor Ernesto Schafer,[20] y que dividieron en dos partes, por un lado la correspondiente al Descubrimiento y Colonización de América y por otra parte la que se llamó Historia de Sevilla.

Situación de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América.

Para dichas exposiciones se ocuparon los espacios que comprendían los dos primeros sectores de la Plaza de España, es decir la Historia y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América, ocupaba los salones de la planta noble del primero sector de las galerías de la Plaza de España, entre la Sala de la Dirección General de Acción Social y Emigración, situada junto al edificio del Museo Industrial y la Puerta de Aragón, y la Historia de Sevilla, que se ubicaba en el segundo sector de las galerías, entre la Puerta de Aragón y la Sala del Mapa Monumental de España, situada esta junto al Edificio Central de la Plaza de España.

En ambos casos los contenidos de esta muestra eran netamente de carácter histórico, y abarcaban los apartados correspondientes al descubrimiento, la colonización, el progreso de la cultura, los principios del “Comercio libre”, “La Madre Patria” y las “Naciones Americanas”, así como poner de manifiesto la importancia que la ciudad tuvo en la historia de los pueblos americanos.[21]

En todas ellas se mostraban objetos y obras de arte de una enorme importancia histórica, relacionados con el descubrimiento, con documentos del ciclo colombino que se guardaban en el Archivo de Indias, al que se le había incorporado los fondos del Archivo del Duque de Veragua, de enorme interés, que había sido adquiridos por el Estado, con una aportación muy importante por parte del Comité de la Exposición, para que formaran parte de los fondos del Archivo de Indias, y que eran la primera vez que esos preciados legajos históricos se exponían al público, además de trabajos cartográficos demostrativos de los avances de la civilización hispana en América.

También en esta Sección la Historia del Descubrimiento y Colonización de América, se instalaron unos dioramas, que eran representaciones escenográficas de los momentos más culminantes del Descubrimiento de América y de la primera circunnavegación de la Tierra. Estos dioramas representaban una escena histórica, y cada uno de ellos se enmarcaban dentro de unas artísticas urnas de madera tallada en estilos gótico o indígena según el caso.

Estas escenas fueron realizadas por el genial artista y escenógrafo catalán, Salvador Alarma Tastás, que no solo trabajó en la Exposición para esta sección de la Plaza de España, sino que algunos pabellones, como el de Barcelona, acogieron sus artísticas representaciones formadas por preciosas figuras confeccionadas en escayola o pasta de madera, realizadas con un impresionante realismo y perfección, todo ello aderezado con un insuperable gusto en la decoración de cada hecho histórico que representaba.

Esta exposición artística, documental y demostrativa, estaba distribuida en seis salas, que eran de pago, teniendo que abonar los visitantes la cantidad de una peseta, aunque meses antes de la clausura de la muestra este precio fue rebajado, y que describiremos someramente a continuación:

Billete de entrada a la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. (Fuente Todocolección.net)

SALA 1ª.-

En esta sala se encontraba expuesto el diorama que representa la entrevista de la Reina Isabel I de Castilla con Cristóbal Colón en Santa Fe (Granada), en cuyo lugar se firmaron las Capitulaciones de este nombre, en el mes de abril de 1492. En este cuadro plástico, se recrea esta escena histórica en la que digamos se inicia la epopeya descubridora.

Diorama de Las Capitulaciones de Santa Fe. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

El cuadro se sitúa en la tienda de audiencias del campamento en la ciudad de Santa Fe, entre cortinajes, colgaduras y banderas, se presenta a la Reina Isabel sentada en su trono, de pie distintos personajes, entre los que podemos distinguir a Luis de Santangel, tesorero real, y algo distante Cristóbal Colón, oyendo las declaración de la soberana autorizando la expedición; junto al trono su hijo el príncipe D. Juan y Fray Diego de Deza, preceptor éste, y al fondo sentado el secretario Juan de Coloma, tomando nota para extender el posterior contrato, todo ello en un ambiente solemne a pesar de estar situado en una improvisada tienda de campaña, pero que al escenógrafo le permite jugar con las espectaculares y exuberantes telas que cuelgan de paredes y techos.

A los pies del diorama, sobre un lecho moruno, se mostraban las espadas ceremoniales de los Reyes Católicos procedentes de la Armería Real. Esta sala también se decoró con unos retratos de los Reyes Católicos realizado por Joaquín Domínguez Bécquer en Sevilla en 1859, perteneciente a la pinacoteca del Ayuntamiento hispalense.

En las ocho vitrinas instaladas en esta sala, se veían setenta y dos documentos compuestos de cédulas, cartas y provisiones, casi todos autógrafos de los Reyes Católicos y de Colón, pero sin duda el más interesante, eran las famosas Capitulaciones de Santa Fe, acordadas entre los Reyes y Cristóbal Colón el 17 de abril de 1492, situadas solas en una vitrina por su importancia. Este documento como otros de gran relevancia, por su vinculación con la gesta descubridora, habían pertenecido al duque de Veragua.[22]



Espada ceremonial de los Reyes Católicos (Web Armería Real). Las Capitulaciones de Santa Fe. (Archivo de Indias). Retratos de los Reyes Católicos pintados por Joaquín Domínguez Bécquer propiedad del Ayuntamiento de Sevilla. (www.wikiart.org)

SALA 2ª.-

Presidiendo esta sala se encontraba el cuadro pintado por Eduardo Cano de la Peña en 1856 “Cristóbal Colón en el Convento de la Rábida”, esta obra, propiedad del Museo Nacional del Prado, se encuentra depositada en el palacio del Senado. La obra fue galardonada con primera medalla en la Exposición Nacional de Pintura de dicho año.

Cristóbal Colón en el Convento de la Rábida, de Eduardo Cano, obra depositada en el palacio del Senado. (Web Museo del Prado)

El cuadro escenifica los esfuerzos de Cristóbal Colón por convencer de sus hipótesis a los monjes del monasterio de La Rábida y algunos pilotos del puerto de Palos, transmitiéndoles la seguridad que alberga de que hacia occidente, donde su mano señala, está el camino más corto para llegar a las Indias.

Contaba esta sala de cinco vitrinas que acogían a treinta y seis documentos entre privilegios, provisiones, cédulas, instrucciones y otros legajos, sobresaliendo entre ellos el “Libro de los Privilegios” concedidos al Almirante por los Reyes Católicos, así como cartas de mercedes, privilegios y confirmaciones que tenían los Almirantes de Castilla y que le pertenecerían como Almirante de las Indias fechadas en 1497. También sobresalían por su importancia histórica la Bula de Alejandro VI a los Reyes Católicos y sucesores, concediéndoles, las tierras de Indias e islas descubiertas y por descubrir, según la línea de demarcación que se expresa, fechada en Roma el 4 de mayo de 1493.[23]


SALA 3ª.-

En esta sala se encontraba el diorama que representaba el momento en que Cristóbal Colón desembarcó en la isla Guanahani, una de las islas del archipiélago de las Bahamas (hoy Watling). 12 de octubre de 1492.

En primer plano se nos presenta la isla Guanahaní, representada por una exuberante vegetación y sus habitantes, mujeres y niños con sus cuerpos desnudos, saliendo de los frondosos bosques. Al fondo sobre el mar las tres carabelas, de uno de los botes ya han saltado a tierra Cristóbal Colón y sus capitanes los hermanos Pinzón. Otros botes con marineros van aproximándose a tierra firme. Entre ellos podemos reconocer a Juan de la Cosa y a Diego de Arana el médico. Es el momento en que el descubridor a puesto pie en tierra firme, y de rodillas enarbolando el pendón morado de Castilla, alza su vista al cielo y da gracias al Todopoderoso con un fervoroso “Te Deum”.[24]

Diorama del desembarco de Colón en la isla Guanahani. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

Diorama del desembarco de Colón en la isla Guanahani, desde otro ángulo. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

Para esta escena, Alarma de inspiró en dos cuadros, entre el gran número de obras pictóricas que habían tratado este tema del desembarco de Colón, se tratan del “Primer desembarco de Cristóbal Colón en América” de Dióscolo Teófilo Puebla y los “Primeros homenajes a Colón en el Nuevo Mundo” de José Garnelo. Del primero toma la actitud de Colón arrodillado con la mirada hacia el cielo, portando la espada y el estandarte, con las naves al fondo; y del segundo en la presencia de los nativos, árboles y vegetación, que le sirven para dar una escenografía más teatral.[25]


“Primer desembarco de Cristóbal Colón en América” de Dióscolo Teófilo Puebla (web Museo del Prado) y los “Primeros homenajes a Colón en el Nuevo Mundo” de José Garnelo (web Museo Naval).

En ocho vitrinas de esta sala se mostraban cincuenta documentos entre legajos, atlas y planos, como el mapamundi dibujado en Goa por Fernando Vaz Dourado en 1568, propiedad del Duque de Alba, o el plano topográfico de Santo Domingo fechado en 1795 del Archivo General de Simancas, así con gran número de planos y mapas de los territorios americanos procedentes del Archivo de Indias; también se mostraba el testamento de Colón fundando el mayorazgo en su hijo Diego; pero el documento más importante expuesto era el Diario de a bordo de Cristóbal Colón.[26]


SALA 4ª.-

La cuarta sala estaba presidida por las bellísimas pinturas del retablo de la Virgen de los Mareantes de Alejo Fernández, realizada entre 1531 y 1536.

Esta obra, actualmente en el Alcázar hispalense, perteneció a la Casa de Contratación de Sevilla, y estaba situada en la Sala de Audiencias de dicha institución sirviendo a la vez de capilla.

En el cuerpo central del retablo se representa a la Virgen María cubriendo en con manto a personaje relacionados con el descubrimiento, protegiendo a barco y tripulaciones de las peligrosas travesías.

Retablo de la Virgen de los Mareantes de Alejo Fernández. (Web Sevillapedia)

Estaban representados bajo su manto reyes como Fernando el Católico y el emperador Carlos V; junto a Cristóbal Colón, Américo Vespucio y uno de los hermanos Pinzón, que se muestran arrodillados, y ya próximos a la Virgen se reúnen figuras de indígenas americanos, convertidos al cristianismo.

En las calles laterales, junto al tema principal se acompañan pinturas que representan a San Telmo y San Juan Evangelista a la derecha y San Sebastián y Santiago, a la izquierda. Se cree que estas obras son de otro artista, quizá de algún miembro de su taller. La importancia de mostrar esta obra radica, en la idea evangelizadora que desde el primer momento tuvo el descubrimiento, acogiendo la Iglesia, representada en la Virgen, a descubridores y pobladores de aquellas tierras.

En las cinco vitrinas con que contaba esta sala, se mostraban numerosos planos y mapas de las islas antillanas, la mayoría procedentes del Archivo de Indias, como los firmados por Luis Huet en 1776 de las costas de Cuba o de la bahía de Matanzas, del fuerte de Cojimar o del rio Nimania, en la misma isla; y de tierra firme, la mayor parte de ellos correspondientes al siglo XVIII.[27]


SALA 5ª.-

Diorama de la Entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma en Méjico. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

En esta sala estaba el diorama: “Entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma, Jefe de la Confederación Azteca, en Tenochtitlán (Méjico). Noviembre de 1519.”

Este diorama representa en momento histórico en que Hernán Cortés, acompañado de jinetes, soldados españoles de infantería, y algunos indios, hacen su entrada en la capital por su calzada meridional, defendida esta por la fortaleza de Xoloc. Le acompañan sus capitanes Cristóbal de Olid, Pedro Alvarado y Diego de Ordaz, así como Fray Bartolomé de Olmedo.

Hernán Cortés, descabalgado se dirige para abrazar al emperador Moctezuma, lo cual es impedido por dos de los príncipes que lo rodean, consintiendo solo que Cortés ofreciera al emperador azteca un collar de perlas y diamantes.

Del momento que reproduce este cuadro habría que destacar los pequeños detalles como el dosel de finísimo plumaje y flecos de plata, y la figura de Moctezuma vistiendo un timatli blanco y azul festoneado de oro y recamado con perlas y piedras preciosas, luciendo en su cabeza una faja de brocado con penacho de plumas verde del “Quetzal”.[28]

Otro detalle a tener en cuenta es como la escena se divide en dos grupos, representando en el lado derecho del diorama, frente al espectador, el fastuoso séquito del emperador azteca, entre los que destacaban los uniformes de brocados de oro de los tres guerreros que preceden el sillón ceremonial, así como los interesantes elementos de la arquitectura azteca de la ciudad de Tenochtitlán que sirven de fondo a este cuadro. Y a la izquierda a los españoles encabezados por Hernán Cortes, que representan a España y la civilización, frente a un mundo primitivo del grupo opuesto, marcada diferenciación entre ambas culturas.


Detalles de los dos grupos que componen el diorama de la entrevista de Hernán Cortés con Moctezuma en Méjico. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

 A los pies del diorama se encontraba la espada de Hernán Cortes, traída desde la Armería Real, y a diferencia de los dioramas anteriores, el marco de este no es de estilo gótico, sino que se inspira en la arquitectura azteca.

Contaba esta sala también con doce preciosas tablas realizadas en óleo con incrustaciones de conchas de nácar, realizadas en 1698 por Juan y Miguel González que narraban, mediante distintas escenas, la conquista de Méjico por Hernán Cortés. Estas tablas pertenecían al Museo Arqueológico Nacional, y hoy día pueden ser admiradas en el Museo de América de Madrid.

En seis vitrinas se mostraron varios documentos, como el testamento de Hernán Cortes, otorgado en Sevilla el 12 de octubre de 1547, y por su parte la Real Academia de la Historia, había cedido para la exposición, planos de los ríos que convergen en la ciudad de Méjico, y otros sobre la orografía mejicana.


Una de las tablas realizadas por Miguel González en oleo y nácar sobre la conquista de Méjico. (Web Museo del Prado)

SALA 6ª.-

En esta sexta y última sala, se expusieron tres dioramas, dos a modo de dípticos que representaban la primera vuelta al mundo. En el primero de ellos con la salida de Hernando de Magallanes del puerto de Sevilla, y el segundo, el regreso de la expedición al mando de Juan Sebastián Elcano. El tercero era la representación de una escena de la fundación de Buenos Aires por Juan de Garay.


SALIDA DE MAGALLANES DEL PUERTO DE SEVILLA. 10 de agosto de 1519.

Este pasaje se desarrolla en el puerto de Sevilla, junto a la Torre del Oro, bajo un cielo azul se recortan los mástiles de las cinco naves históricas: “Trinidad”, “San Antonio”, “Concepción”, “Santa María de la Victoria” y “Santiago”, preparadas para iniciar su mítico viaje a las islas de las especias.

En el muelle el navegante portugués Hernando de Magallanes, que había concebido la idea de dirigirse hacia su destino, bordeando el sur del continente americano, doblando el Cabo de Buena Esperanza, en lugar de realizar el viaje por el Este, dicta sus últimas ordenes a la tripulación.

Sebastián El Cano y Magallanes, saludan al público que los despiden en el muelle y a lo largo de las orillas del río, estrechando efusivamente la mano de Sancho de Matienzo, personaje noble y buen amigo del navegante portugués.[29]

Diorama de la Salida de Magallanes del puerto de Sevilla. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

LLEGADA AL PUERTO DE LAS MULAS (TRIANA) DE JUAN SEBASTIÁN ELCANO EN LA NAO VICTORIA. 08 de septiembre de 1522.

La escena que representa este diorama se ubica en el puerto de Triana llamado las Mulas, al fondo a la derecha se ve la Torre del Oro, y delante de ésta, se recorta la única nao que regresó de la expedición que, tan alegremente, había partido tres años antes.

Nadie grita ni ríe, no regresan todos los que partieron, ni siquiera Magallanes que murió en las islas Filipinas. De las cinco naves cuatro quedaron sepultadas en el fondo del mar, solo la nao Victoria consiguió llegar al lugar de partida.

El color del crepúsculo aumenta la melancolía del momento, Juan Sebastián Elcano en el muelle eleva su mirada al cielo y los curiosos ven como vuelve sensiblemente mermada, demacrada y astrosa la expedición que había partido tres años antes tan animadamente.[30]

Diorama del Retorno de Juan Sebastián Elcano a Sevilla después de dar la vuelta al mundo. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

FUNDACIÓN DE BUENOS AIRES. 11 de junio de 1580.

Este cuadro representa la fundación de la ciudad de Buenos Aire por Juan de Garay, para ello el autor Salvador Alarma, se inspiró en el cuadro “La Segunda Fundación de Buenos Aires” de José Moreno Carbonero.

La primera fundación de Buenos Aires, realizada por el adelantado Pedro de Mendoza en los primeros días de febrero de 1536, había fracasado. El asedio de los indígenas hizo estragos entre los primeros colonizadores, por lo que la corona decidió despoblarla en 1541.

Diorama de la Fundación de Buenos Aires. (La Ilustración Iberoamericana. Nov 1930)

El 9 de marzo de 1580 el adelantado Juan de Garay partió de Asunción para fundar una nueva ciudad ubicada en un punto estratégico del mapa sudamericano en la confluencia de los grandes ríos.

El 11 de junio Garay fundó la ciudad con el nombre de Trinidad, en referencia al día en que fondearon en el Riachuelo, domingo de la Santísima Trinidad en el calendario católico, dejando la denominación de Santa María de los Buenos Ayres para el puerto.

El cuadro del pintor malagueño José Moreno Carbonero, en el que inspira Santiago Alarma, representa la fundación de la Ciudad de Buenos Aires frente al árbol de la justicia en donde hoy está la plaza de Mayo. En el centro se observa a Juan de Garay tomando posesión del territorio y el tronco o rollo de justicia.

Segunda fundación de Buenos Aires por Juan de Garay, del pintor José Moreno, en el Salón Blanco del Palacio de Gobierno de Buenos Aires. (amartuarte.blogspot.com)

La obra fue donada por el rey Alfonso XIII en 1910 con ocasión del centenario de la Revolución de Mayo. Actualmente este cuadro se encuentra en el Salón Blanco del Palacio de Gobierno de Buenos Aires.

Curiosamente, en el contrato firmado por Salvador Alarma con Pedro Caravaca, como Vocal de la Comisión Permanente, el 6 de septiembre de 1928,[31] para la ejecución de estos dioramas, no figuraba este último, sobre la fundación de Buenos Aires, sino otro sobre la fundación de Lima por Pizarro, desconociendo el momento que fue sustituida la representación de una fundación por otra.

Sin embargo, en esta sala también se expuso una maqueta con la reconstrucción de la Ciudad de los Reyes (Lima), capital de Virreinato del Perú en 1687, siglo y medio después de su fundación por Francisco Pizarro. Esta reconstrucción fue realizada por el Dr. Ernesto Schafer entre 1927 y 1929, basándose en un plano contemporáneo del fraile mercedario Pedro Nolasco, por lo que pudiera ser éste el motivo de sustituir la escena de la fundación de Lima por la de Buenos Aires, pudiendo así estar representadas estas dos grandes ciudades americanas.[32]

En una de las diez vitrinas con que contaba esta sala, se exponía la espada de Pizarro procedente de la Real Armería, quizás como recuerdo del frustrado intento del diorama sobre la fundación de Lima. En las restantes vitrinas se exhibieron planos y mapas de diferentes poblaciones americanas, así como cartas de navegación de distintos ríos y concesiones de escudos de armas de varias ciudades del nuevo continente, todo ello procedente de los archivos de Indias, Simancas y del duque de Berwick y Alba.[33]

En el referido contrato, entre Alarma y Caravaca, se estipuló las dimensiones de estos dioramas, que eran de grandes proporciones, de 3,40 m de ancho por 2.55 m. de luz que, en la segunda escena correspondiente al desembarco de Colón, la más importante, llegó a tener 4,65 x 3,40 m., teniendo las figuras el tamaño casi natural, en este caso, las de la primera fila 1,25 m. de altura. El coste de los dioramas fue de 150.000 pts., aproximadamente a 30.000 pts., cada uno, ya que el díptico se consideraba como uno solo.[34]

Se situaban estas escenas dentro de urnas con marcos tallados y dorados, a modo de retablo, unidas a los cortinajes de las paredes que estaban estampados con motivos alegóricos de la escena correspondiente, siendo el principal foco de atención de la sala, y estando el resto de documentos y decoración como complemento de ésta. [35]

Estos dioramas tuvieron mucho éxito, pues incluso antes de finalizar la Exposición hubo una propuesta formal, en el mes de mayo de 1930, por parte Mr. Campbel, Comisario General de los EE.UU. en el certamen, en la que traslada los deseos del Director de la Exposición del Museo de Los Ángeles (California), para la instalación de estos dioramas en dicha muestra; no obstante la Comisión Permanente, adoptó, por unanimidad, el acuerdo de no acceder a lo solicitado, pues ya existía la idea de darles cierto carácter de permanencia a los mismos.[36]

Una vez finalizada la Exposición, estos dioramas, como el conjunto de las salas de la Sección de Historia y otras instalaciones de la Plaza de España, seguían teniendo interés para el público, como lo demuestra que con motivo de los festejos que el Ayuntamiento organizó para las Ferias de San Miguel de 1931 y 1935, se incluyera la apertura de estas salas.[37]

Finalmente, fueron ubicados en Pabellón de Exhibiciones de los EE.UU., como complemento del contiguo Teatro Escolar Juan de la Cueva que se había instalado en el antiguo edificio del cinematógrafo, de dicha representación americana.

Derribado el Teatro Juan de la Cueva en 1964, lo fue también el Pabellón de Dioramas, como se le llegó a conocer, y según declaraciones realizadas por Manuel Macías Míguez en la Sección Casco Antiguo del diario ABC, entre los materiales de derribo podían verse las figuras hechas pedazos de estos dioramas.[38]

Salvador Alarma Tastás, además de ser contratado para la realización de los citados dioramas, también lo fue para la decoración de las cuatro de salas donde se instalaron estas escenografías histórica, cobrando por la decoración 70.000 pts., consistente en la instalación de unos velarium que cubrían los techos de las salas, que serían pintados con escudos centrales y distintos emblemas, a la vez que realizaría, mediante pintura, los estampados de las paredes de estas, con motivos alusivos a los momentos históricos que se refiera, así como los soportes para los cordones de separación del público.[39]

HISTORIA DEL REINO DE SEVILLA, LA SALA DE CERVANTES Y LA CASA ROMANTICA SEVILLANA.

 La segunda parte de la Sección de Historia, trataba de la exposición histórica del Reino de Sevilla, que a su vez se fraccionó en dos partes más, una la llamada Casa Romántica Sevilla, y la Sala de Cervantes.

Estas exhibición se ubicaban en el segundo sector de las galerías, entre la Puerta de Aragón y el salón anterior al edificio central de la Plaza de España, como todo lo relacionado con la Sección de Historia, habían sido encargada su dirección a los mismos Vocales del Comité Pedro Caravaca, Luis Montoto y Javier Sanchez Dalp y al joven arquitecto Pedro Sánchez Núñez los proyectos.


Situación y billete de entrada a la Exposición Historia de Sevilla. (Fuente Todocolección.net)

La exposición, de carácter histórico, se dividía en tres partes. La primera se desarrollaba en diez salas y se mostraba la Historia del Reino de Sevilla, desde yacimientos arqueológicos de la provincia, hasta el Siglo XVIII.

Para la Comisión de Arqueología, fueron designados como Vocales de la mismas, a propuesta del Comisario Regio Cruz Conde los eminentes historiadores Jorge Bonsor, Cayetano Sánchez Pineda, Antonio Muñoz Torrado, Juan de la Mata Carriazo, Juan Lafita y Juan Aguilar, “personalidades cuya altura artística y singulares dotes, han de producir frutos fecundos en el proyecto que a la referida Comisión se le encomienda”.[40]

En la segunda se encontraba la Sala dedicada a Cervantes, con documentos del “Príncipe de los ingenios españoles”, durante su estancia en la ciudad; y en la última se reconstruía una mansión señorial decimonónica sevillana, que se le denominó como Casa romántica sevillana o Casa sevillana, decorada con muebles isabelinos del siglo XIX con cuadros y grabados de la época, como si fuera un Museo Romántico, incluyendo en ella dos salas objetos de la Fiesta Nacional,

Apoyándonos en los artículos aparecidos en la prensa de la época,[41] procuraremos hacer un breve recorrido por esta exposición, iniciando nuestra ruta por la Sala Prehistórica, donde se había reunido en vitrinas objetos de ese periodo de distintos yacimientos arqueológicos de la provincia, como esculturas y trabajos en piedra, armas y otros restos de época prehistórica, púnica e ibérica; en el centro de la sala se había colocado un león de piedra propiedad del duque de Alba.



Distintos documentos que se expusieron en la exposición Historia de Sevilla. Privilegios de la ciudad, Las Partidas de Alfonso X El Sabio y concesión del título de Muy Leal. (Fuente internet)

En la Sala Romana, se exhibían esculturas, columnas, pórticos, mosaicos, cerámicas y monedas; procedentes también de las excavaciones realizadas en la provincia, como una estatua de Diana, y bustos colosales de Adriano, Trajano y Augusto, principalmente de los hallazgos de Itálica, así como un sarcófago del principio del cristianismo.

La decoración de las paredes de esta sala nos retrotraía al mundo clásico, con pilastras y capiteles y vasas, arcos rebajados y de medio punto, y las cornisas, arquitrabes y frisos al estilo de la antigua roma.

La Sala Visigoda, estaba dedicada al arte de este periodo, en ella había capiteles, lápidas con inscripciones, una de ellas relativas a San Hermenegildo, sepulcros bizantinos, bordados y monedas, que se mostraban en vitrinas, además de las Etimologías de San Isidoro, la Biblia Hispalense y un ejemplar de oro de los que formaba parte del Tesoro de Lebrija.

En la cuarta sala o Sala Árabe-Mudéjar, se encontraban brocales de pozos con curiosas inscripciones, ánforas, tinajas vidriadas y detalles de arquitectura típicas de ese arte, fue la sala más evocadora y decoración colorista, reuniendo recuerdos de todos los siglos de la dominación árabe.

Sala de San Fernando, en la vitrina central, la espada del Rey Santo, de la Armería Real y trozo del manto con el que fue enterrado. (Ilustración La Exposición Ibero-Americana de Sevilla)

A continuación, se pasaba a varias salas dedicadas a los siglos XIII al XV, entre las que encontraban las de San Fernando, Alfonso X El Sabio y la de Pedro I El Cruel. En la del Rey Santo, en una vitrina central se exponía la espada del Rey Santo Fernando III, así como un trozo de su manto con que fue sepultado. También se podían admirar las llaves de la ciudad de Sevilla cuando la reconquista y de su judería, cotas de maya, casco y guantelete.

En estas salas también se mostraban las Partidas de Alfonso X, y en artísticas vitrinas se exponían Privilegios concedidos a la ciudad por los reyes castellanos durante el siglo XIII, como sus títulos de Muy Noble y Muy Leal, colecciones de monedas, cuadros, tapices, planos, etc., así como los sellos de gran módulo de Fernando III y del infante Don Fadrique.

El contenido de sala llamada del Rey Don Pedro, abarcaba los siglos XIV y XV, mostrándose básicamente documentos de estas épocas, destacando en lugar de honor, la vitrina con dos tomos de los Tumbo de los Reyes Católicos, donde se copiaron todos los despachos y provisiones reales, donde se podían leer dos documentos relacionados con la época colombina como era uno de 1489 para que se le diera posada en la corte a Cristóbal Colón, y otro para la armada de Indias al mando del Almirante.

Además de estos interesantes documentos, se encontraba la famosa Biblia de Pedro de Pamplona, un ejemplar de Las Siete Partidas, impreso en Sevilla en 1491, una maqueta de la Catedral de Sevilla, antes de la reforma de 1551, y un retrato de Pedro I de Castilla y a sus lados dos altos relieves del siglo XV.

Las puertas de comunicación de estas salas estaban decoradas con arquivoltas de arcos apuntados, y las cornisas y los frisos del techo con motivos medievales.

Desde aquí se accedía a la Sala de Cervantes, de cuya dirección e instalación se encargó al gran estudioso de la obra de cervantina, y en ese momento Director de la Biblioteca Nacional, Francisco Rodríguez Marín,[42] cuyos méritos le valieron que tuviera una glorieta dedicada en la Plaza de América.

En esta Sala donde se rendía culto al príncipe de las letras Miguel de Cervantes, se podía admirar en hermosas vitrinas un ejemplar de la primera edición del Quijote que posee la Biblioteca Nacional y las ediciones “Príncipe” de esta misma obra, situadas en el centro, también se exponían la partida de rescate y servicios, así como documentos autógrafos como la carta escrita en 1616 dirigida al Cardenal de Toledo, y otros que se conservan en la provincia de Sevilla.

Esta sala estaba decorada con tapices de la Real Casa, representando escenas del Quijote, y de sus paredes colgaban lienzos de Muñoz Degraín y Moreno Carbonero, obras de los escultores Mariano Benlliure y de Lorenzo Coullaut Valera, así como recuerdos del insigne escritor.

Ejemplar de la primera edición del Quijote que se expuso. (Fuente internet)

Antes de llegar a la Sala del siglo XVII, también llamada de los Caballeros Veinticuatro, se encontraban unas pequeñas salas que servían de tránsito a esta, y que continuaba con la exposición de documentos de los siglos XV y XVI, como el acta original de la entrega realizada en 1509 a los monjes del monasterio de La Cartuja, de los restos de Colón, así como varias pinturas con vistas de Sevilla de los siglos XVI y XVII, y los trajes de los reyes de armas de la ciudad desde 1598.

La Sala de los Caballeros Veinticuatro o Sala de la Ciudad, reproducía fielmente la antigua Sala Capitular de dichos caballeros en el Ayuntamiento de Sevilla, con el artesonado del techo ejecutado en escayola, siendo copia del archivo de la Casa Consistorial, además de pintarse imitando a piedra vieja la cornisa e instalándose en su interior el sistema de iluminación.

La exposición documental contenía códices y despachos reales miniados, los tumbos de Privilegios de los Reyes Católicos, el albalá de Juan II cediendo a Sevilla la villa de Arcos, y los retratos del Rey San Fernando, que presidía la sala, de Carlos V, Felipe II y otros más, así como una tabla de la Virgen de la Cereza; y sobre una mesa, la colgadura con escudos bordados en sedas de colores, del siglo XVI y las mazas de la ciudad en plata dorada de 1520.

Para su decoración se contrató al pintor Eloy Zaragoza, y la casa Rodríguez Hermanos de Madrid, confeccionó el entelado de las paredes, realizado en damasco rojo y pana brillante del mismo color, cosidos en tramos paralelos y tiras alternas de damasco y terciopelo; además del alfombrado rojo del suelo. En las paredes colgaban retratos de regidores y destacadas figuras de la ciudad, así como el estandarte Mariano de finales del XVI y una tabla flamenca del mismo siglo.

Reproducción de sala de los Caballeros Veinticuatro del Ayuntamiento de Sevilla, que se hizo para la Sección Historia de Sevilla en la Plaza de España. (ABC 21 junio 1930)

En las tres salas que seguían a esta, se encontraban reproducciones en maqueta de castillos de la provincia y de las puertas de la ciudad, estas últimas realizadas por el escultor José Ordoñez, en concreto las de la Puerta de Jerez, Carmona, San Fernando, de la Carne, Sol, Arenal y Triana, y el Postigo del Aceite, las demás no se realizaron por no disponer de dibujos ni datos de ellas;[43] además de documentos de los siglos XVII y XVIII, y una colección de monedas de oro egipcias, árabes, romanas y españolas, y el documento japonés más antiguo que se conocía en Europa, consistente en una carta del príncipe japonés de la provincia de Mutzo, dirigida a la ciudad de Sevilla.

Una de estas salas denominada del Siglo XVIII, se situó una pequeña exposición de cerámica antigua, mapas de la ciudad, y un interesante plano de la plaza de San Fernando, dispuesta para las fiestas reales de toro y cañas, celebradas con motivo de la estancia de la Corte en Sevilla en 1730.

Maqueta de la Puerta de la Carne, realizada por el escultor José Ordoñez. (Fuente internet)

Para el amueblamiento de la Sección de la Historia de Sevilla, se contrató a la casa de muebles Martínez Martín, con despacho en la calle Alfonso XII, 18, la cual construyó más de treinta vitrinas, de diferentes tamaños y cometidos, en caoba según modelo de los siglos XV y XVI, además de sillones, mesas, bargueños, banquetas, etc. por un importe de más de 70.000 pts.,[44] completando el amueblamiento ocho vitrinas metálicas realizadas por la casa Miró, y cuatro vidrieras, dos para la Sala de los Caballeros Veinticuatro, una para la Cervantes y otra para la de San Fernando, confeccionadas por la casa La Veneciana. Y para la decoración en escayola de los salones, con modelos correspondientes a cada una de las épocas que se exhibía, se contrataron a las casas Santa Bárbara y R. Vila, y Mauricio González.[45]


Modelos de las vitrinas que fueron realizadas por la casa Martínez Martín de Sevilla. (Archivo Municipal de Sevilla)

En la sesión celebrada por la Comisión Permanente el 26 de octubre de 1928,[46] los Vocales Pedro Caravaca y Santiago Montoto, presentaron una moción para la realización una reproducción de una Casa Sevillana, donde se instalaría el Museo Romántico, según sus palabras “o sea la Historia de Sevilla en tan interesante época”, además de una muestra de objetos de la Fiesta Nacional, como si de un Museo de Tauromaquia se tratara.

El proyecto y presupuesto de esta Casa romántica sevillana, fue realizado también por el arquitecto Pedro Sánchez Núñez, por un importe de 89.070 pts., siendo aprobada por unanimidad,[47] contratándose a Manuel Castellanos para su ejecución, con un plazo para su entrega que finalizaba el 15 de enero de 1929.[48]

El importe de este proyecto de Casa sevillana, como el de Historia de Sevilla, ascendían en conjunto a un total de 181.457 pts., pero en ambos casos fueron ampliamente superado, debido a continuas adiciones sobre el presupuesto inicial, las cuales llegaron a sumar 111.565 pts., por lo que el importe total de las dos exposiciones, Historia del Reino de Sevilla y Casa romántica sevillana, llegaron a importar un total de 293.052 pts.[49]

En ambos proyectos llama la atención, que la primera partida esté destinada a la instalación de vigas de hormigón y de hierro, planchas del mismo metal y columnas de fundición en la cubierta de la planta de basamento, al objeto de soportar la parte pesada de la construcción. Además de otras importantes para el pago de jornales a los operarios por horas nocturnas, debido a la premura de tiempo.

Las salas históricas del Reino de Sevilla se comunicaban con la Casa romántica sevillana, a través de un camino que era una reproducía escenográfica del Callejón del Agua, del Barrio de Santa Cruz, constituido como una pequeña encrucijada con balcones, rejas, flores y azulejos, en la que se había copiado los más mínimos detalles como el pavimento de las aceras, con enchinado y losas de Tarifa y el encalado de las paredes.[50]

Al salir de las salas históricas se cruzaba un arco, y en un recodo de este callejón ficticio, se encontraba la Casa romántica sevillana o Casa sevillana, cuya fachada principal rememoraba aquellas casas-palacios sevillanas decimonónicas, con sus columnas blancas que soportaban el balcón con baranda de forja, enmarcado por columnas salomónicas que sostenían un frontón.


Reproducción del callejón del Agua (ABC 21 junio 1930), y portal de acceso a la “Casa Romántica Sevillana” (La Esfera, 12 octubre 1929)

Esta reconstrucción de una casa señorial sevillana a tamaño natural, hacía parecer retroceder en el tiempo, hasta la mitad del siglo XIX, y que con gran fidelidad se habían reproducidos todos los motivos y adornos, su autor el arquitecto Pedro Sánchez Núñez, que recibió grandes elogios por lo acertado de su trabajo, había sabido plasmar en su obra, de líneas sobrias y sencillas, el espíritu romántico de una época.

Para la descripción de la misma, nos hemos basados en las crónicas y artículos publicados en periódicos y revistas de la época.[51]

Traspasamos la puerta, y en el zaguán encontramos dos cuadros con vistas de la ciudad de la primera mitad del siglo XIX, un bargueño y un banco de dos metros, realizados por la Casa Martínez Martín para la ocasión.

A la derecha quedaba la portería, y una vez traspasado el cancel de hierro, situado entre dos columnas, en el que se podía leer la fecha de 1830, encontramos a la izquierda el primer salón o despacho cuyas paredes estaban revestidas de seda isabelina, en el testero principal se encontraba colgado un cuadro del pintor romántico Esquivel, procedente de la Casa Real, que representa a Isabel II y a la Infanta María Luisa, como homenaje a la donación del Parque. En las otras paredes, cuadros de temática romántica, como el de los ingenios en el Liceo y un autorretrato de Esquivel, un retrato del poeta sevillano, Gustavo Adolfo Bécquer, pintado por Valeriano, que era la primera vez que se exponía en público. Este salón sencillo y elegante, se decoraba con instrumentos musicales como un clavicémbalo y un arpa, así como sillería tapizada en sedas bordada de amarillo, procedentes también de la Casa Real.

Desde este salón, y tras pasar las escaleras de subida a la fingida planta alta, se accedía a dos grandes salas que acogían el Museo de la Tauromaquia, en ellas podía verse una galería de retratos de toreros realizados por pintores del XIX, algunos de ellos propiedad del duque de Veragua, así como lienzos con escenas de campo o faenas, un gran cuadro que representaba una fiesta celebrada en Béjar en el siglo XVII, y suertes de la plaza, trofeos, estampas, objetos personales de famosos toreros, etc.

De estos lienzos sobresalía uno pintado por Eugenio Lucas Velázquez con la cogida de Pepe-Hillo, propiedad de la Maestranza, una cabeza de toro y un retrato del matador José Romero, ambas obras de Goya, este último actualmente en el Museo de Arte de Filadelfia. De este mismo autor se exponían en vitrinas los originales de la Tauromaquia, procedentes de la Biblioteca Nacional; también en vitrinas se mostraban trajes antiguos de toreros, documentos referentes a la Fiesta Nacional como una colección de libros y bibliografía estética, técnica e histórica alusiva a la misma. Se mostraban carteles de toros de los siglos XVII y XVIII aportados por la Real Maestranza de Caballería de Sevilla y el conde de Miraflores. El zócalo de una de estas salas, se encontraba cubierto de azulejos en olambrilla con personajes y escenas taurinas.


Cabeza de toro (Fototeca Patrimonio Histórico) y retrato del diestro José Romero, (web Museo de Arte de Filadelfia) ambas de Francisco de Goya.


Plano de la Casa Romántica Sevillana. (Archivo Municipal de Sevilla)

A continuación, se encontraba el comedor, donde en preciosos armarios se exponía una valiosa vajilla y cristalería, y un precioso cuadro de García Ramos titulado “¡Hasta verte, Cristo mío!”, y desde allí acceder a un pequeño jardín con pilón adosado a la pared. El dormitorio se adornaba con muebles antiguos de época y una espectacular araña procedente del Alcázar sevillano. Más adelante se situaba la biblioteca con grabados y litografías de la ciudad, con vistas panorámicas antiguas, edificios y de carácter costumbristas, con diez y nueve láminas procedentes de la Biblioteca Nacional.

El patio de la casa situado en el centro, se enlosaba con enchinado y losas de Tarifa, y estaba dotado de una fuente y doce columnas de mármol que sostenían arcos de medio punto, al igual que la galería alta, con lo que simulaba una planta superior. Esta pieza servía de distribución a las distintas salas. Fue considerado un verdadero acierto y muy elogiado el diseñador Sánchez Núñez. Se decoraba con cuadros pintados por Manuel Cabral y Rafael Benjumea, con representaciones del Corpus y escenas de corte en el palacio de San Telmo, así como un cuadro perteneciente a la familia Ybarra que representa la Feria el año que se inauguró.


Patio de la “Casa Romántica Sevillana” (La Esfera, 12 octubre 1929), e interior de una de las salas que acogía el Museo de Tauromaquia. (Ilustración La Exposición Ibero-Americana de Sevilla)

Los paramentos de las salas de la casa, estaban confeccionado con maderas, cañizo y yeso, cubriéndose algunas partes como el patio y algunas salas, con zócalos de azulejos; los techos con artesonados fingidos o raso de escayola

Por último, se encontraba la cochera de la casa, donde se exponía el coche que la ciudad de Sevilla, regaló a la Reina Isabel II, con motivo de una visita. Desde este espacio se salía de la Casa sevillana.

Para esta exposición de la Historia del Reino de Sevilla y de la Casa romántica sevillana, fueron muy acertados los contactos mantenidos por Santiago Montoto, Vocal de esta Comisión, con Francisco Rodríguez Marín, Director de la Biblioteca Nacional, el marqués de la Vega Inclán, Director del Museo Romántico, y Mariano Benllure, director del Museo de Arte Moderno, por la facilidades dadas para el envío de cuentos objetos fueron seleccionados para la exposición.[52]


SALON DEL MAPA MONUMENTAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA.

En el último espacio del segundo sector de la galería de la Plaza de España, tras las exposiciones de Historia del Descubrimiento de América y del Reino de Sevilla, se encontraba instalado un mapa monumental hipsométrico de la Península Ibérica y Baleares.

Este gran mapa en relieve de la Península Ibérica, fue realizado por el Instituto Cartográfico Artístico Hypsos S.A., y en el que se reproducía todas las características geográficas, incluida las divisiones territoriales de las regiones y provincias con indicación de las capitales y pueblos más importantes.

Dicho instituto comercializaba los trabajos realizados mediante una máquina de construcción nacional que basándose en los datos precisos del Instituto Geográfico y Estadístico, y mediante un sistema de pantógrafo, de invención española, de modo que los punzones con que estaba dotado modelaban un vaciado de escayola con la curvas de nivel correspondiente a la orografía y demás accidentes; de este molde y del relleno con cemento que se hacía, se obtiene el mapa que se policromaba con distintas coloraciones del terreno, dándole un acabado perfecto.[53]

Situación del Salón del mapa monumental de la Península Ibérica en los salones de la Plaza de España.

Para las exposiciones de Sevilla y Barcelona, el Instituto Hypsos, habían proyectado construir dos mapas de tamaño pequeño, uno para cada ciudad, y otro de gran tamaño para instalarlo también en la Iberoamericana.

El mapa instalado en esta sala era de los de pequeñas dimensiones, 13,75 x 10,50 m.,[54] con una superficie aproximada de 144 m2., teniendo una distancia de unos 15 m. entre los Pirineos y Gibraltar, este mapa como el instalado en la Exposición de Barcelona, se componían de 120 piezas de 90 x 90 cm., estando previsto que una vez se clausuraran ambas exposiciones, fueran regalados a los Ayuntamientos de Sevilla y Barcelona, para que tuvieran su aprovechamiento en la enseñanza.

La escala utilizada para estos pequeños era en horizontal de 1:100.000 y en vertical, 1:10.000 a fin de enfatizar la altura de cordilleras y montes para que destacasen más sobre la superficie. Por ejemplo el Mulhacén tendría una altura de 35 cm., y los Pirineos entre 30 y 35 cm.[55] Según el proyecto, el salón quedaba transformado en un jardín y en el centro, y en medio de un estanque de agua, iba instalado el mapa en relieve.[56]

Para que el público pudiera ver con detenimiento el mapas, se había construido una galería perimetral desde la cual podía contemplar este, al cual se le había instalado un sistema eléctrico con el que se podían apreciar el curso de los grandes ríos, con sus afluentes, marcándose sus canalitos con agua corriente, y por indicaciones realizadas por personal responsable del Instituto Hypsos, se iban situando en el mapa, iluminándose con bombillas de distintos colores, ciudades, pueblos, ríos, cordilleras, y los faros de las costas luciendo con sus destellos reglamentarios, impartiéndose auténticas lecciones de geografía.

 

Planta y secciones de la instalación del Mapa Monumental de España. (Archivo Municipal de Sevilla)

El mapa de gran tamaño, tendría un diámetro de 100 m, y las escalas serían de 1:15.000 para la horizontal y 1:1.000 para la vertical. Como ejemplo diremos que el Mulhacén tendría una altura de 3,5 m y 2,25 m, Monserrat, y la distancia entre Barcelona y Sevilla, sería de unos 80 m., y el casco de la población de Madrid ocuparía un metro, pudiéndose apreciar sus principales calles y el Parque del Retiro.

Su coste se estimaba en millón y medio de pesetas. Este mapa tendría indicada todas las poblaciones, carreteras, caminos, ríos con agua, e incluso las líneas de ferrocarriles con trenes en movimiento. Las carreteras con un ancho mayor, se utilizarían como vías para los visitantes.[57]

No hay constancia que este grandioso mapa llegara a construirse, pero si hay del intento que hubo por parte del Patronato Nacional de Turismo,[58] de instalar un mapa en relieve monumental de España, en una parcela situado en el Sector Sur, en la calle trasera de los pabellones de Canarias y Aragón, en el que se colocaría, sobre una base de 50 metros de lado, maquetas de los monumentos más importantes de cada población. Sobre el mapa irían unas pasarelas de modo que se podría recorrer cualquier circuito turístico de los que se indican en las guías que editaba dicho Patronato, pero al final tampoco llegó a realizarse.[59]

A pesar de que el público visitante mostró gran interés en contemplar este mapa, siendo muy visitado, los ingresos que generaron por la entrada a esta sala, distaba mucho de lo que el Instituto Cartográfico tenía previsto recaudar para resarcirse de la inversión realizada, que había calculado en 150.000 pts. el coste de toda la instalación. Esto se debió principalmente, aunque también a la falta de visitantes a la muestra, a que cuando se solicitó al Comité, por parte de la dirección de Hypsos, la concesión de un lugar cubierto, y autorización para poder cobra una entrada de dos pesetas, percibiendo el Comité el 50% de los ingresos brutos, éste le asignó uno de los salones de la Plaza de España de forma gratuita, debido a los fines educativos e instructivos y de interés nacional de esta instalación, pero rebajándole el importe máximo de la entrada que solo sería de una peseta, al igual que las otras instalaciones oficiales, pero percibiendo el mismo porcentaje.

Tras diversas peticiones por parte de Manuel Serrano García, Director de Hypsos, para no tener que abonar al Comité el porcentaje estipulado, hasta la amortización del conste de la instalación, éste solo consiguió que le fuera rebajado el porcentaje al 25% de los ingresos, hasta que el Instituto se resarciera de dicho desembolso. [60]

Lámina ilustrada con una vista general del Salón del Mapa Monumental, donde se aprecia el mapa rodeado de agua, y las galerías construidas para ser visto por el público. (Ilustración web Wallapop)

Una vez clausurado el certamen, esta sala, como las de la Sección de Historia del Descubrimiento con sus dioramas y otras instalaciones de la Plaza de España, seguían teniendo interés para el público, por lo que con motivo de las Ferias de San Miguel de 1931 y 1935, el Ayuntamiento solicitó a la Comisión Liquidadora, la apertura de las mismas. [61]

No tenemos constancia que el mapa en relieve fuera entregado al municipio sevillano, y menos aún de su instalación que suponemos, después de la ocupación de la Plaza de España por parte de los organismos del Estado, se desmantelaría. Tampoco disponemos de ninguna imagen del referido mapa, aunque se instalaron algunos confeccionados por el Instituto Hypsos en algunas ciudades españolas durante aquellos años, aunque de menor tamaño, como es el caso de los ubicados en el Parque Retiro y del Oeste de Madrid,[62] y el de Rosalía de Castro en Lugo.


Plano editado por Industrias del Papel con indicación del lugar que se pensó ubicar el mapa monumental de España patrocinado por el Patronato de Turismo el Sector Sur (Archivo del autor), y el de relieve de la península Ibérica situado en el Parque de Rosalía de Castro en Lugo. (Web del Consello de Lugo)

Además de estas exposiciones, en las salas 4 y 5 de la planta de basamento del primer sector, se instaló una oficina de intervención de Aduanas, dotada de almacén y despachos, además de balanzas y báscula de 3.000 kg. para el pesaje.[63] Constaba de un Jefe Delegado del Administrador de la Aduana de Sevilla al mando de esta ofician y personal auxiliar, que se encargaban exclusivamente de los productos extranjeros con destino a los pabellones y stands, que estaban sometidos al pago de los aranceles correspondientes que, excepcionalmente se habían tarifado de forma especial, quedando exceptuados de estos pagos aduaneros los folletos y la propaganda de productos extranjeros expuestos en el Certamen.

Además de estas dependencias, junto al Pabellón de la Marina, se encontraba el edificio de Servicios de Carabineros y Aduanas, próximo al puerto y a un apeadero del ferrocarril, para el control y verificación de las mercancías en entraban el recinto exposicional.


FUENTES
- GUIA OFICIAL DE LA EXPOSICION IBEROAMERICANA
- HISTORIA DE LA EXPOSICION IBEROAMERICANA DE SEVILLA DE 1929, Eduardo Rodríguez Bernal.
- El avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923. Vicente Mora Arenas
- LA INSTALACION DE LA DIRECCION DE ACCION SOCIAL Y EMIGRACIÓN. La Unión ilustrada. 21 julio 1929, páginas 8 y 9.
- LO QUE FUE LA EXPOSICION IBEROAMERICANA. Fernando Real. EL CORREO DE ANDALUCIA. Varias Entregas. Agosto 1963.
- CASCO ANTIGUO. ABC Sevilla 02 diciembre de 1983.
- CASCO ANTIGUO. ABC Sevilla 03 diciembre de 1983.
- La historia del Descubrimiento y colonización de América por los españoles a través de los “Dioramas históricos” presentándose en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. LA ILUSTRACION IBEROAMERICANA Nº 5 VOL.1 NOV1930
- Evocaciones sevillanas- ABC Sevilla, 21 de junio de 1930 págs. 5 y 6
- CASA ROMANTICA SEVILLANA - LA ILUSTRACION IBEROAMERICANA Nº 5 VOL.1 NOVIEMBRE 1930.
- La casa sevillana como representación de la ciudad en los años de la Exposición Iberoamericana de 1929. Francisco Ollero Lobato, dentro de ARTE Y PATRIMONIO EN ESPAÑA Y AMERICA.
- Los Reyes visitan las instalaciones. EL IMPARCIAL de 10 mayo de 1929
- El Rey en la Exposición. EL SOL de 10 mayo de 1929
-Guía de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. 1929. Biblioteca Municipal de Sevilla ref.- 30/142
- La Correspondencia militar. 14 de septiembre de 1929. página 4
- La Época. 05 de octubre 1929 página 6
- La labor del Patronato de Turismo. La Época, 08 de enero de 1929, página 1.
-Grandiosos mapas en relieve de la Península Ibérica. Nuevo Día, 11 de marzo de 1929, pág. 6


NOTAS
[1] . López San Miguel, J. Lo que será en fecha próxima la Escuela de Formación Profesional. En El Liberal, de Sevilla. 6 de febrero de 1929, p.1.
[2] . Mora Arenas, V. El avance de la provincia de Sevilla desde el 13 de septiembre de 1923. Sevilla (1929) Editorial: Gómez Hnos. pp. 119-127.
[3] . Archivo Municipal de Sevilla. Sección XVIII. E.I.A. Libro de Actas núm. 3 de la Comisión Permanente. Sesión del 6 de mayo de 1927.
[4] . Lo que será en fecha próxima la Escuela de Formación Profesional. En El Liberal, de Sevilla. 6 de febrero de 1929, p.1.
[5] . Rodríguez Bernal, E. Historia de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929. Sevilla (1994) Edita Ayuntamiento de Sevilla, p. 363.
[6] . López San Miguel, J. Lo que será en fecha próxima la Escuela de Formación Profesional. En El Liberal, de Sevilla. 6 de febrero de 1929, p.1.
[7] . La formación obrera y técnica en la Exposición. En La Unión, de Sevilla. 7 de mayo de 1929, p.26.
[8] . López San Miguel, J. Lo que será en fecha próxima la Escuela de Formación Profesional. En El Liberal, de Sevilla. 6 de febrero de 1929, p.1.
[9] . Los Reyes visitan las instalaciones de la Plaza de España. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 10 de mayo de 1929, p.4.
[10] . Inauguración del Real Hispalense de Formación Profesional. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 17 de noviembre de 1929, p.2.
[11] . Rodríguez Bernal, E. Historia de la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929. Sevilla (1994) Edita Ayuntamiento de Sevilla, p. 363.
[12] . La Emigración Española en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. En El Hogar Patrio. Núm. 15, 1930, p. 51.
[13] . La instalación de la Dirección de Acción Social y Emigración. En La Unión ilustrada, de Málaga. 21 de julio de 1929, p. 8.
[14] . Ibídem. p. 9.
[15] . La Emigración Española en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. En El Hogar Patrio. Núm. 15, 1930, p. 52.
[16] . La instalación de la Dirección de Acción Social y Emigración. En La Unión ilustrada, de Málaga. 21 de julio de 1929, p. 9.
[17] . Los Reyes visitan las instalaciones de la Plaza de España. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 10 de mayo de 1929, p.4.
[18] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 1 de la Comisión Permanente. Sesión del 30 de octubre de 1924.
[19] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 3 de la Comisión Permanente. Sesión del 07 de enero de 1927.
[20] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 4 de la Comisión Permanente. Sesión de 01 de junio de 1927.
[21] . Síntesis del programa de la Exposición. Exposición Ibero-Americana. Sevilla (1929-1930). Guía Oficial. Edit, Rudolf Mosse Ibérica S.A.
[22] . Guía de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. Sevilla (1929). Tipo. A. Padura.
[23] . Abelardo, L. La Exposición Ibero-Americana. En El Eco Franciscano. 15 de enero de 1930, p.46.
[24] . Torramade, A. La historia del descubrimiento y colonización de América por los españoles a través de los “Dioramas históricos” presentándose la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. En La Ilustración Iberoamericana, núm. 5. Vol. 1. Noviembre 1930.
[25] . Beltrán Catalán, C. / Bejarano Veiga, J.C. / Sierra García, M. Escenografías de la colonización en la Exposición Iberoamericana. Los dioramas de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento de América. En Imagen, escenografías y espectáculo en la Exposición Iberoamericana. Sevilla (2018) Edita Universidad de Sevilla. p. 123.
[26] . Guía de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. Sevilla (1929). Tipo. A. Padura.
[27] . Guía de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. Sevilla (1929). Tipo. A. Padura.
[28] . Torramade, A. La historia del descubrimiento y colonización de América por los españoles a través de los “Dioramas históricos” presentándose la Exposición Ibero-Americana de Sevilla. En La Ilustración Iberoamericana, núm. 5. Vol. 1. Noviembre 1930.
[29] . Ibídem.
[30] . Ibídem.
[31] . El literal del contrato entre Salvador Alarma y el Comité se encuentra trascrito en la sesión de la Permanente del 21 de septiembre de 1928. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 5 de la Comisión Permanente.
[32] . Ernesto Schafer, además de la maqueta de Lima de 1687, también realizó para la Exposición dos planos cartográficos. El pago de la maqueta creo gran controversia con amenazas de resolverse por vía judicial, interviniendo el Ministerio de Estado y el Embajador de Alemania en España. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 8 de la Comisión Permanente. Sesiones del 01 de mayo y 4 de junio de 1930. Libro de actas núm. 1 de la Comisión Liquidadora. Sesiones 30 de abril de 1931 y 8 de junio de 1932.
[33] . Guía de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento y Colonización de América. Sevilla (1929). Tipo. A. Padura.
[34] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 5 de la Comisión Permanente. Sesión de 21 de septiembre de 1928.
[35] . Beltrán Catalán, C. / Bejarano Veiga, J.C. / Sierra García, M. Escenografías de la colonización en la Exposición Iberoamericana. Los dioramas de la Exposición Histórica y Cartográfica del Descubrimiento de América. En Imagen, escenografías y espectáculo en la Exposición Iberoamericana. Sevilla (2018) Edita Universidad de Sevilla. pp. 112-136.
[36] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 8 de la Comisión Permanente. Sesión del 21 de mayo de 1930.
[37] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 1 de la Comisión Liquidadora. Sesión del 02 de septiembre de 1931.
-Las fiestas de otoño. En ABC, de Sevilla. 24 de septiembre de 1935, p. 25.
[38] . La perdida Sevilla de la Exposición: El Pabellón de Dioramas (I, II y III). En ABC, de Sevilla. 01, 02 y 03 de diciembre de 1983, p.11.
[39] . Contrato entre Salvador Alarma Tastás y Pedro Caravaca Rogé para los trabajos de decoración de cuatro salas de la Exposición Histórica del Descubrimiento y Colonización de América, de fecha 6 de diciembre de 1928. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Caja 61.
[40] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 4 de la Comisión Permanente. Sesión del 13 de enero de 1928.
[41] . Para la descripción de las salas de la Historia del Reino de Sevilla, se han utilizado como fuentes de información los siguientes artículos:
-Real, F. Lo que fue la Exposición Iberoamericana. En El Correo de Andalucía, de Sevilla. 03 de agosto de 1963, pp.11 y 16.
-Historia del Reino de Sevilla. En España y sus exposiciones Barcelona-Sevilla 1929-1930. (1929) Barcelona. Edita Revista Laboratorio, pp. 174-176.
-La Casa de Sevilla en la E.I.A. En ABC, de Sevilla. 21 de junio de 1930, pp. 5-6.
-En la sección de Historia de la Exposición Ibero-Americana figurarán las maquetas de las puertas que, con sus muralla, circundaban la ciudad. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 15 de febrero de 1929, p. 1.
-Las maquetas de las puertas del escultor José Ordoñez. En ABC, de Sevilla. 31 de agosto de 1982, p. 7.
- Exposición Ibero Americana. En El Eco Franciscano. 01 de marzo de 1930, p. 118.
[42] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 5 de la Comisión Permanente. Sesión del 04 de enero de 1929.
[43] . Las maquetas de las puertas de Sevilla en la Sección de Historia de la Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 6 de junio de 1929, p. 5.
[44] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Expediente Exposición Histórica de Sevilla, Caja 61. Rollo 676 fotogramas 434-574
[45] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 6 de la Comisión Permanente. Sesión del 08 de marzo de 1929. Y relación de trabajos contratados Casa Sevillana e Historia de Sevilla. Caja 94. Rollo 717 fotograma 595.
[46] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 5 de la Comisión Permanente. Sesión del 26 de octubre de 1928.
[47] . Ibídem.
[48] . Contrato entre Eduardo Carvajal y Acuña, Ingeniero Director de Obras y Proyectos de la Exposición, y Manuel Castellano, para la obra fechada el 27 de octubre de 1928. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Caja 61. Rollo 676 fotogramas 434-574.
[49] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Sección de Historia. Trabajos contratados. Caja 94. Rollo 717 fotograma 595.
[50] . Esta reproducción escenográfica del Callejón del Agua tuvo un presupuesto de 10.000 pts. aprobado en la Sesión de la Comisión Permanente del 23 de febrero de 1929.
[51] . Para la descripción de la Casa Romántica Sevillana, se han utilizado como fuentes de información los siguientes artículos:
-Una visión evocadora de la “Casa Romántica Sevillana”. En La Esfera, de Madrid. 12 de octubre de 1929.
-La Casa Romántica Sevillana en la Exposición. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 17 de julio de 1929, p.3.
-Historia del Reino de Sevilla. En España y sus exposiciones Barcelona-Sevilla 1929-1930. (1929) Barcelona. Edita Revista Laboratorio, pp. 175-176.
-La “Casa Romántica Sevillana”. En La Ilustración Iberoamericana, de Barcelona. Núm. 5 Vol.1, noviembre 1930.
- La Casa Romántica Sevillana en la Exposición. En La Unión, de Sevilla. 01 de mayo de 1929
-La casa de Sevilla en la E.I.A. En ABC, de Sevilla. 21 de junio de 1930, pp. 5-6.
[52] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 5 de la Comisión Permanente. Sesión del 04 de enero de 1929.
[53] . Grandioso mapa en relieves de la península Ibérica. En Nuevo Día, de Cáceres.11 de marzo de 1929, p. 6.
[54] . La Exposición Ibero Americana. En El Eco Franciscano. 01 de marzo de 1930, P. 118.
[55] . Ibídem.
[56] . El Relieve de la Península. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 24 de enero de 1929, p. 1.
[57] . Grandioso mapa en relieves de la península Ibérica. En Nuevo Día, de Cáceres.11 de marzo de 1929, p. 6.
[58] . El Relieve de la Península. En El Noticiero Sevillano, de Sevilla. 24 de enero de 1929, p. 1.
[59] . La labor del Patronato de Turismo. En La Época, de Madrid. 8 de enero de 1929, p. 1.
[60] . Según la relación de ingresos generado en el certamen, el Instituto Cartográfico aportó a las arcas del Comité 16.011, 10 pts., por el 25% de la venta de entradas. A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 8 de la Comisión Permanente. Sesión del 23 de junio de 1930.
En la sesión del 20 de julio de 1928, (Libro de actas de la Comisión núm. 5) fue solicitado el local y la venta de entradas a dos pesetas, y en la del 31 de mayo de 1929 (Libro de actas de la Comisión núm. 6) se trató la petición de no aportar el 50% hasta haberse amortizado las 150.000 pts. del coste de la instalación.
[61] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Libro de actas núm. 1 de la Comisión Liquidadora. Sesión del 02 de septiembre de 1931.
-Las fiestas de otoño. En ABC, de Sevilla. 24 de septiembre de 1935, p. 25.
[62] . En el Retiro se ha construido un mapa de España en relieve. En La Correspondencia militar. 14 de septiembre de 1929, p. 4.
[63] . A.M.S. Secc. XVIII. E.I.A. Expediente Departamento de Aduanas. Cajas 61 y 62. Rollos 676 y 677, fotogramas 646, 16 a 68.


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